El Ministerio de Agricultura ruso ha propuesto ampliar el permiso de importación de soja modificada genéticamente hasta 2023, justificando este paso con la necesidad de apoyar a la industria nacional de piensos.
El gobierno ruso canceló el registro estatal obligatorio de varias líneas de soja el 16 de abril de 2020. Este paso permitió técnicamente la importación de soja transgénica en Rusia, que de otro modo está prohibida por varias legislaciones sanitarias estrictas. La decisión estaba originalmente diseñada para durar hasta el 1 de enero de 2021, pero fue renovada dos veces, cada vez por un año más
El proyecto de decreto publicado recientemente por el Ministerio de Agricultura ruso prevé retrasar la fecha límite para la importación de soja transgénica hasta el 1 de enero de 2024
No es el momento de prohibir los OMG
Sin este paso, según el Ministerio, a partir de principios de 2023 «se prohibiría la importación de soja y harina de soja a Rusia»
«Esta [prohibición] pone en peligro tanto las campañas de aprovisionamiento en curso como los planes de negocio de todas las empresas ganaderas y avícolas y, como consecuencia, afectará negativamente a los precios de los piensos», advirtió el Ministerio
No hay suficientes fuentes de proteínas
A pesar del aumento de la producción de soja y de las capacidades de transformación en los últimos años, la industria rusa de piensos sigue careciendo de materias primas proteicas. En 2021, Rusia cosechó 4,8 millones de toneladas de soja, frente a los 4,3 millones del año anterior. La mayor parte de la soja se cosecha en el Extremo Oriente ruso, a varios miles de kilómetros de las principales regiones consumidoras de la Rusia europea
La seguridad de los piensos está garantizada
El Ministerio subrayó que el decreto no implicaría la importación incontrolada de soja transgénica a Rusia. Sólo se permitiría la importación de varias líneas cuya seguridad había sido confirmada por el organismo de control veterinario ruso Rosselhoznadzor
A su vez, Rosselhoznadzor dijo que el nuevo decreto, si se adopta, sólo permitiría la importación de las líneas de transgénicos que actualmente se suministran al país
Un enfoque controvertido
En 2021, la Unión Rusa de Cereales pidió que se abandonara el registro obligatorio de los piensos transgénicos y se permitiera su libre importación al país. Un portavoz de la RGU explicó que Rusia importaba productos ganaderos cultivados con piensos que contenían OGM, pero prohibía que la soja transgénica importada se utilizara para producir piensos en el país, lo que ponía en desventaja a los agricultores locales
Sergei Mikhnyuk, presidente de la Unión Rusa de Productores de Piensos, comentó entonces que la decisión se tomó para ayudar a las empresas rusas a conseguir volúmenes suficientes de piensos en medio de los problemas logísticos que la industria encontró debido a la pandemia de Covid-19
Históricamente, el gobierno ruso adopta una postura estricta respecto a los OMG, prohibiendo su producción en el país. Desde 2020, Rosselhoznadzor prohíbe las importaciones de aditivos para piensos y alimentos para mascotas procedentes de Norteamérica y Europa, entre otras cosas alegando la presencia de componentes de OMG no registrados en los productos suministrados.