Se prevé que la cría de conejos crezca rápidamente, ya que los conejos son bien conocidos como una fuente de cría rápida de carne de bajo contenido en grasa y alto contenido en proteínas. Sin embargo, la reducción del impacto del sector en la resistencia a los antimicrobianos es un desafío importante.
La cría de conejos, que ya es importante como fuente valiosa de carne, se prevé que siga creciendo en respuesta a las crecientes necesidades de alimentos de la población mundial en expansión. Si bien actualmente se considera que China es el principal productor de carne de conejo, la futura expansión de la producción mundial se basará en una mejor selección de la cría, los avances tecnológicos, incluido el procesamiento de la carne, y un mayor apoyo gubernamental. Los principales países productores de la UE son Italia, España, Francia y Alemania, mientras que Venezuela y Egipto son los principales países productores de América Latina y África.
Desafíos que enfrentan los criadores de conejos
Los criadores de conejos siempre han estado listos y dispuestos a adaptarse a los diversos retos que supone lograr una producción de carne eficaz, haciendo frente a cuestiones como los altos niveles de mortalidad en los kits (conejos bebés) y las preocupaciones por el balance energético negativo en relación con los do (conejos hembra). Los productores también son muy conscientes de la necesidad de lograr buenos resultados en un entorno de cría y recría, con un gasto mínimo en el mantenimiento de la salud y una conciencia constante de la necesidad de reducir el impacto del sector en la resistencia a los antimicrobianos. Los procesos de cría intensiva, los regímenes de alimentación deficientes y las condiciones sanitarias degradadas son fuentes de estrés en la cría de conejos, que pueden causar disbacteriosis e inmunodeficiencia. Como consecuencia de ello, la resistencia natural de los conejos de granja puede verse perjudicada, lo que provoca un aumento inevitable de la incidencia de enfermedades en las unidades de producción. Entre los posibles efectos secundarios figuran los trastornos de la digestión y el metabolismo y la aparición de infecciones intestinales, lo que a su vez provoca una reducción de la productividad y un aumento de los niveles de mortalidad.
Resistencia a los antimicrobianos en la cría de conejos
Abordar la necesidad de reducir el uso de antibióticos en la agricultura es claramente una preocupación mundial que se aplica a todas las especies de animales para alimentación. El lugar central de la cría de conejos en el debate actual, entretanto, refleja la posición de la especie como uno de los sectores ganaderos más medicados del mundo. Por ejemplo, un estudio reciente realizado en granjas de China, centrado en conejos diarreicos, reveló que el 78,2% de los aislados de E. coli encontrados en la población estudiada eran resistentes a la tetraciclina. El mismo estudio encontró resistencia a la ampicilina en el 65,5% de los animales. Otro estudio realizado en granjas de conejos en España reveló que los aislados de E. coli eran resistentes a la doxiciclina (89,3%), a la amoxicilina (16,1%), a la gentamicina (2,9%) y a la enrofloxacina (4,2%). Ambos resultados, vistos en el contexto de la necesidad mundial de mantener la eficacia de los antibióticos en el tratamiento de los seres humanos, ponen de relieve la necesidad urgente de que los criadores de conejos sigan reduciendo el uso de antibióticos.
Por supuesto, muchos países ya han prohibido el uso de antibióticos en la agricultura, incluidos los promotores del crecimiento, lo que obliga a los nutricionistas de animales a buscar formas alternativas de proteger la salud y la productividad de las especies de animales para alimentación. Entre esas soluciones figura el uso de probióticos, una opción de fomento de la salud que se ha ensayado ampliamente en los últimos años. En un estudio clave realizado en Europa se evaluó el impacto de dar a los conejos destetados y a los que se les da de comer la levadura probiótica Actisaf Sc 47 como suplemento dietético. Alimentado a un nivel de inclusión del 0,15% (7,5 10⁹ UFC/kg de alimento completo), el suplemento se evaluó de acuerdo con la medida en que ayudó a mejorar el rendimiento zootécnico de los animales de prueba. Los ensayos incluyeron 40 animales y sus 185 destetados. Los animales fueron divididos al azar en dos grupos. La levadura probiótica se incluyó en las dietas de las hembras y los destetes como parte de un ensayo en el que participaron 20 hembras y sus 93 destetes. El grupo de control, que no recibió ningún suplemento dietético, contenía 20 hembras y 92 destetados.
Juzgado por el rendimiento antes del destete, la levadura probiótica logró un aumento de 37 gramos en el peso de los kits en comparación con el grupo de control. El tamaño de la camada también fue mayor en 0,05 por camada para el grupo Actisaf Sc 47 en comparación con el grupo de control. Estos resultados se registraron en el destete cuando los kits tenían cuatro semanas. Si se observa el rendimiento de engorde, que se registró cuando los kits tenían 10 semanas de edad, los destetes de Actisaf Sc 47 tuvieron una ventaja de aumento de peso diario promedio de 1,7 gramos en comparación con el grupo de control, lo que resultó en una ventaja de peso total significativa para el grupo Actisaf Sc 47 de 87 gramos al final del período de engorde (Figura 1). Los niveles de mortalidad (Figura 2) para los destetados Actisaf Sc 47 (4/93), mientras tanto, fueron significativamente más bajos que en el grupo de control (19/93), ayudando a asegurar un retorno mínimo de la inversión de 2:1. Esto se debió a que se calculó que el grupo Actisaf Sc 47 producía un kit por camada al año más que el grupo de control, junto con el ahorro de costes debido al hecho de que los agricultores gastaron menos dinero para impulsar la nutrición de los does.
Figura 1 – Peso total del conejo al final del periodo de engorde.
Figura 2 – Tasa de mortalidad durante el período de engorde.
Las referencias pueden solicitarse a los autores.