Brasil es conocido por su clima cálido y su gran producción porcina, es el cuarto productor mundial. A pesar de las diferentes regiones del país, las temperaturas pueden alcanzar fácilmente los 40°C y no todos los ganaderos están preparados para enfrentarse a un verano fuerte o a olas de calor.
Osmar Dalla Costa, investigador de Embrapa Cerdos y Aves de Corral, y Felipe Dalla Costa, consultor de Maneja Consultoria, presentan una visión general sobre cómo los productores brasileños son capaces de hacer frente a la amenaza del clima tropical y mantener la productividad
¿Cómo se evalúa el impacto del estrés térmico en la ganadería porcina brasileña?
Osmar Dalla Costa: «El impacto del estrés térmico era mayor en el pasado. Actualmente, con la modernización y adaptación de las instalaciones, ha disminuido. Sin embargo, sigue siendo relevante en las fases de crecimiento y terminación. Las instalaciones para las fases primarias de gestación, maternidad y crianza están climatizadas, precisamente cuando la tolerancia al efecto térmico es menor. En otras palabras, los productores brasileños trabajaron mucho en las primeras etapas. Podemos decir que la porcicultura brasileña ha evolucionado mucho en lo que respecta al estrés térmico, tanto para el calor como para el frío. A menudo las instalaciones son incluso mejores en términos de control ambiental que las casas de los productores. Esto es muy claro en los índices de productividad porcina en Brasil. Hay una evolución en los nacidos vivos, mayor peso al destete, menor mortalidad y mayor conversión alimenticia».
Puede alcanzar los 40 °C en todo Brasil, incluso en zonas templadas
¿Cómo suelen afrontar los ganaderos de porcino las altas temperaturas del verano y las olas de calor?
Felipe Dalla Costa: «Cuando un criador de cerdos no dispone de instalaciones con aire acondicionado o de un ambiente moderno, tiene mayores dificultades. En estos casos, suelen utilizar equipos como nebulizadores, técnicas de circulación de aire, mojar el techo del establo, pintar el techo con pintura blanca o revestimiento isotérmico, manejo de cortinas, placas evaporativas, por citar algunos. Pero todavía hay casos en los que el único recurso es mojar a los animales. Quien construye hoy una nueva granja, empieza por la climatización. Las instalaciones más antiguas siguen utilizando sistemas tradicionales, pero muchas de ellas también han evolucionado y se han adaptado a los tiempos. Al disminuir el coste de las instalaciones avanzadas, la modernización se hizo más accesible y los productores empezaron a ver más beneficios. Cada vez que se mejoran las condiciones ambientales, los animales convierten mejor su alimento, lo que a su vez aumenta la productividad».
¿Hasta dónde pueden llegar las temperaturas en Brasil?
ODC: «Se pueden alcanzar los 40 °C en todo Brasil, incluso en las zonas templadas, en el sur del país. Para que te hagas una idea, la temperatura ideal para los animales es de entre 24 °C y 22 °C. Esto varía según la fase del animal, así como la humedad relativa del aire. En cualquier caso, el problema no es la temperatura exterior, sino el confort térmico dentro del edificio».
¿Hay algún caso de muerte por estrés térmico?
ODC: «Las aves de corral son más sensibles al estrés térmico. En el caso de los cerdos, apenas hay mortalidad por estrés térmico. La mortalidad puede producirse en los camiones durante las operaciones de transporte en situaciones específicas. Por ejemplo, si un camión se estropea y la piara se detiene en un día de mucho calor durante mucho tiempo. Pero es muy raro».
¿Existen innovaciones notables sobre ese tema? En caso afirmativo, ¿cuáles son?
FDC: «Existen tecnologías e innovaciones. Entre ellas el aire acondicionado, la presión negativa, la ventilación forzada, los refrigeradores, la cortina automatizada, la placa evaporativa y otras técnicas que favorecen la circulación del aire. Hoy en día la automatización es normal. Además, empiezan a aparecer cámaras termográficas que funcionan como sensores en las instalaciones. Cuando estos equipos se abaraten, podrían adoptarse también en la práctica diaria».
Además de las instalaciones, ¿qué técnicas de gestión se sugieren?
ODC:«Alimentar durante las horas más frescas, manejar las cortinas, mojar a los animales y prestar mucha atención al suministro de agua. Pero lo más importante es observar el comportamiento de los animales. Estos dan señales cuando sufren el calor, por ejemplo, quedándose sin aliento. Creemos firmemente en el manejo y la interpretación del comportamiento de los animales. Incluso una mala instalación puede tener un buen resultado si se maneja bien. En cambio, una granja moderna puede perder todas sus ventajas con un mal manejo. En el pasado, la ganadería porcina buscaba trabajadores fuertes, hoy queremos una persona inteligente. Menos fuerza, más inteligencia. En el futuro, la actividad de los cerdos se controlará totalmente en línea con cámaras y sensores».
No creo que el cambio climático afecte a las explotaciones agrícolas ni para bien ni para mal
¿También es importante la alimentación y la nutrición?
FDC: «Ciertamente, las principales empresas tienen programas de nutrición ajustables según las condiciones climáticas. Sin embargo, quizá lo más importante sea la forma de suministrar los alimentos. Es decir, alimentarlos durante los periodos más fríos. El suministro de agua en cantidad y calidad adecuadas es esencial para mantener la homeostasis. Con un buen nivel de bienestar animal se obtienen buenos resultados. Esto implica vigilar y adaptar las instalaciones. Los bebederos mal regulados, con un caudal muy bajo, pueden hacer que los animales gasten mucha energía extra tratando de obtener el agua e incluso reducir su consumo. Por otro lado, los caudales elevados pueden lanzar un chorro de agua a los animales y dificultar su consumo. Otro punto muy importante es mantener los depósitos de agua en lugares protegidos para que no se calienten».
¿Son estas soluciones accesibles para los productores brasileños?
FDC: «Ahora son accesibles para todos. El obstáculo es la formación tecnológica, y no tanto el precio del equipo».
¿Hay pruebas de que el cambio climático ha empeorado la situación en las principales regiones productoras del país?
ODC: «No creo que el cambio climático afecte a las explotaciones agrícolas ni para bien ni para mal. La evolución de los modelos productivos se basa en los coeficientes técnicos. Estos avances vinieron voluntariamente del productor porque se dieron cuenta de que daba resultados. Los criadores de cerdos están muy centrados en las cuestiones medioambientales. No hay suficientes pruebas de que el cambio climático afecte a las regiones productoras de Brasil».