Cómo el estrés puede afectar la salud y el rendimiento de los terneros

El objetivo de la producción de carne de vacuno es tener animales sanos que puedan alcanzar el máximo potencial genético con un costo menor. La salud animal no sólo está relacionada con enfermedades causadas por un agente patógeno o problemas metabólicos/físicos, sino también con factores de estrés.

El estrés externo se define como el resultado de la exposición a una situación o ambiente que no es normal para un animal. En la producción de ganado de carne, la manipulación y el transporte pueden ser la mayor fuente de estrés para los animales. Según Grandin (1997), los animales pueden sufrir estrés psicológico (sujeción, manejo y novedad) o físico (hambre, sed, fatiga, lesiones y extremos térmicos).

Adaptación a un nuevo entorno

Muchos productores/agricultores compran terneros de diferentes lugares/propiedades incluso estados. Cuando llegan estos nuevos terneros, los signos comunes de estrés son sed, hambre, fatiga y animales asustados; además, la llegada a un nuevo entorno con una nueva interacción social con un grupo desconocido es un estrés añadido. Los resultados son una serie de respuestas endocrinas que afectan directamente al metabolismo interfiriendo con el sistema inmunológico, la salud, el crecimiento, la reproducción, el bienestar animal y la calidad de la carne.

La mortalidad y la morbilidad se producen y los costos de la medicina y la veterinaria y los índices de producción más bajos son una realidad más. La situación ideal es obtener animales de la misma granja y mantenerlos en el mismo grupo, proporcionar agua y alimento de alta calidad y palatabilidad con fácil acceso, evitar manipulaciones innecesarias y personas diferentes, etc. El uso de aditivos en los piensos puede ayudar a la flora ruminal, fortaleciendo el sistema inmunológico y disminuyendo la contaminación de patógenos y también puede colaborar con la salud general y la respuesta de los animales para hacer frente al problema.

Reducción del estrés con la levadura

La levadura se ha utilizado ampliamente en la nutrición de los rumiantes como un aditivo alimentario funcional, y existe una amplia literatura que demuestra sus beneficios. La levadura para rumiantes, producida por la empresa brasileña ICC, es una levadura pura Saccharomyces cerevisiae que se somete a autolisis y contiene los sólidos solubles de la fermentación del medio y el contenido celular interno. El producto final contiene vitaminas, péptidos, aminoácidos libres y carbohidratos funcionales como MOS y β-glucanos. Se llevó a cabo un ensayo para comprender los beneficios del producto en la salud y el rendimiento de los terneros recién llegados.

Este ensayo se llevó a cabo en una granja comercial en Texas con el apoyo de la Universidad de Texas A&M (datos no publicados). Un total de 100 novillas con un peso corporal inicial de 258,95 ± 17,46 kg fueron divididas en 2 tratamientos:

  1. Grupo de control
  2. Suplemento de levadura en el rumen (9 g/cabeza/día).

Reproduciendo las condiciones típicas del mercado

Los animales fueron alojados en 20 corrales (6 x 6 m) de 5 animales por corral. Un comprador de ganado local compró los animales con el objetivo de tener el mismo tipo y condiciones que el mercado típico del noreste de Texas. Los animales fueron entregados a la instalación de investigación en 3 grupos separados durante 1 semana. Una vez que llegaron, se aplicaron los protocolos de la granja para las inyecciones (Complejo de Enfermedades Respiratorias Bovinas, Complejo de Clostridium) y la desparasitación.

Es importante mencionar que durante el ensayo (6 semanas) hubo importantes fluctuaciones de temperatura y de lluvia que pueden aumentar los niveles de estrés en el ganado. Los antecedentes de los animales eran muy variados, desde haber sido obviamente tratados (vacunados, etc.) hasta ganado que nunca antes había sido manipulado. El ganado fue alimentado 3 veces al día con 3,17 kg/cabeza/día de un alimento mezclado de productos básicos y se rechazaron cantidades cada vez mayores de pasto Bermuda hasta que las ingestas alcanzaron el 1% de los alimentos ofrecidos diariamente. Los rechazos de alimento se recogían diariamente, y los pesos corporales se medían semanalmente.

No hay cambios en la ingesta voluntaria

La ingesta voluntaria no cambió entre los tratamientos (P>0,05). Sin embargo, ambos tratamientos aumentaron con el tiempo (Tabla 1). Se especuló que la elevada composición del forraje de la dieta y la capacidad del ganado para clasificar partículas de forraje más largas podría haber dado lugar a la falta de variación entre los tratamientos. Además, las condiciones ambientales (es decir, los períodos de altas precipitaciones, las variaciones de temperatura, el exceso de lodo) pueden haber aumentado la demanda calórica de los animales, reduciendo así su capacidad para ganar peso de manera eficaz.

Los costos de los medicamentos, las tasas de mortalidad y morbilidad no muestran diferencias estadísticas (P>0,10). Sin embargo, según las observaciones, el ganado que consumió dietas complementadas con el producto tendió a responder mejor a los tratamientos médicos en comparación con el grupo de control (P>0,10) en lo que respecta a la reducción de la mortalidad y la morbilidad. Asimismo, los datos económicos del ganado alimentado con RumenYeast indicaron una tendencia en la mejora de la salud y el rendimiento económico en comparación con el grupo de control (Cuadro 2).

Mejora de la respuesta inmunológica

La suplementación de las dietas con el producto parece aumentar la función inmunológica debido a los hallazgos sobre los parámetros de salud y a la disminución numérica de la mortalidad y la morbilidad, así como de la respuesta a los tratamientos en estos animales. Esta posible mejora de la respuesta inmunitaria permite una recuperación más rápida cuando se trata a los animales, lo que conlleva menos retratamientos. Por consiguiente, esto se traduce en una reducción de los costos de producción y de las necesidades de mano de obra.

Además, el producto ayuda a modular y apoyar la flora del rumen para acelerar la digestión de la celulosa y la hemicelulosa, estabilizar el pH del rumen en condiciones de alimentación o de estrés calórico, y aumentar la producción de ácidos grasos volátiles. La presencia de la pared celular de levadura rica en β-glucanos y MOS ayudará a fortalecer el sistema inmunológico y a controlar la contaminación patógena en el intestino.

Referencias disponibles a petición

Los autores: Melina Bonato y Liliana Borges, ICC Brasil

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