¿Podría explicarnos cómo afronta la industria acuícola la contaminación por micotoxinas?

Esa es una buena pregunta, actualmente parece haber muy poca investigación sobre el efecto de la contaminación por micotoxinas en los animales marinos. Las directrices que se aplican para la alimentación animal se basan principalmente en animales terrestres como las aves de corral y las vacas. Vemos que estos valores orientativos y los pocos estudios que se han realizado, podrían no ser siempre aplicables a los peces. Muchos de los estudios realizados se refieren generalmente a micotoxinas como DON y zearalenona. Hay poca investigación sobre las nuevas micotoxinas o las variantes liposolubles menos conocidas, como las enniatinas y la beauvericina; también faltan investigación y datos sobre los efectos a largo plazo de las micotoxinas. Por el momento, los valores orientativos son la mejor herramienta de que disponemos para garantizar la seguridad de los piensos. Sin embargo, es difícil aplicar los conocimientos o los límites de seguridad de una especie a otra, la industria acuícola necesita establecer sus propios límites para las especies de peces. En lo que respecta al salmón, no hubo problemas de contaminación por micotoxinas hasta que aumentó la cantidad de vegetales utilizados en su alimentación. El salmón es un pez carnívoro, se alimenta de otros peces pequeños, crustáceos y plancton. En la industria del salmón actual, queda muy poco pescado en la dieta. El pienso se compone ahora principalmente de proteínas vegetales y consiste en aceite de canola o de colza, en lugar de aceite de pescado. Aquí es donde ha surgido el problema de las micotoxinas.

La sostenibilidad es un tema importante en la industria ganadera. Qué está haciendo el sector de la acuicultura para avanzar hacia un futuro sostenible?

Se trata de un gran debate en la industria animal. Así que un enfoque sostenible para la industria sería utilizar las materias primas directamente para piensos, material de alimentación que no cumple con la calidad alimentaria podría ser una opción. El verdadero dilema sería abordar el problema de las micotoxinas, lo que supondría una gran ventaja. En estos momentos, la atención se centra en encontrar fuentes de alimentos alternativas, basadas en plantas u otras alternativas, alejándose así de las clásicas fuentes de alimentos marinos. Mis colegas trabajan actualmente con diferentes insectos como fuente alternativa de proteínas.

Su presentación en el WMF se basará en un estudio que realizó para determinar si las enniatinas y la beauvericina suponen una amenaza para la salud de los peces de piscifactoría ¿Por qué realizó este estudio y fueron los resultados los que esperaba?

Como ya se ha mencionado, se debió a la falta de conocimientos sobre estas micotoxinas y su efecto en los peces. No se disponía de estudios de alimentación a largo plazo en peces, ni de estudios in vitro o conocimientos sobre la toxicidad de estas micotoxinas. En las inspecciones anuales que realizamos, observamos que estas micotoxinas estaban presentes y eran muy frecuentes en los piensos. La mayoría de los aceites contenían alguna cantidad de enniatinas y beauvericinas. Según nuestros cálculos, alrededor del 80% de los piensos contenían enniatinas. Parecía proceder del aceite de colza utilizado, ya que en algunas ocasiones las lecturas eran muy elevadas. Esta fue la razón principal para llevar a cabo este estudio en particular. Hemos realizado varios estudios de este tipo para investigar la toxicidad potencial de distintos contaminantes en los piensos para peces. En este estudio concreto, al cabo de un mes y medio, vimos que los niveles de hematocrito disminuían. Se trataba de una reducción bastante notable en el recuento de glóbulos rojos, algo sorprendente de ver. Además de un ensayo a largo plazo, también realizamos otro a corto plazo, en el que alimentamos a los peces y esperamos 12 horas antes de tomar muestras de tejido. Este estudio indicó que estas micotoxinas afectaban a la biosíntesis del hemo tras sólo 12 horas. Esos niveles que vimos en el pienso no sólo afectarían a los valores sanguíneos, sino también al crecimiento de los peces. Sospechamos que podrían haber tenido un efecto sobre el crecimiento, pero no sobre los parámetros sanguíneos.

¿Qué cree que podría hacerse para mitigar el desarrollo de micotoxinas en el aceite utilizado para alimentar a los peces?

El aceite se trae a granel, igual que en la agroindustria. Sería útil realizar más pruebas para evaluar la calidad del producto antes de que entre en la industria. Limpiar el aceite antes de utilizarlo también podría ser una opción, pero aumentaría el coste. En cuanto a los contaminantes en general, ya hay varias empresas que limpian el aceite, sobre todo el marino. El aceite marino puede contener altos niveles de contaminantes orgánicos persistentes (COP), como dioxinas y bifenilos policlorados (PCB). No creo que ésta sea la solución, pero podría ser una opción. La industria agraria también trabaja intensamente en el desarrollo de otras soluciones paliativas, como la adición de captadores de micotoxinas a los piensos. Esto también ha despertado un interés creciente en la industria acuícola.

El Dr. Lie presentará su ponencia en la sesión «Micotoxinas y salud animal» del Foro Mundial de Micotoxinas. Su ponencia se titula «¿Podrían las enniatinas y la beauvericina suponer una amenaza para la salud de los peces de piscifactoría? Mecanismos de toxicidad y consecuencias para la salud.