El fósforo (P) es un elemento esencial para los animales ya que participa en las funciones estructurales y en el metabolismo. En los rumiantes, el P también es utilizado por las bacterias ruminales, que necesitan para la fermentación, más del doble del P requerido para el mantenimiento.
Varios informes mencionan que alrededor del 20 al 30% de las vacas lecheras sufren de acidosis subaguda en Alemania, Inglaterra o Albania. Esta situación puede ser perjudicial para la productividad de la vaca y los resultados económicos de las granjas. Por lo tanto, es común añadir sustancias amortiguadoras como el bicarbonato de sodio en la dieta. Sin embargo, es importante observar que los fosfatos, ya presentes en el alimento, también pueden influir en este parámetro. Una caracterización precisa de estas sustancias permite así optimizar la formulación del alimento.
Ensayos de fermentación ruminal
Se realizó un estudio in vitro en el Centre Mondial de l’Innovation (CMI) del Grupo Roullier, Saint Malo, Francia, para cuantificar el efecto de la fuente de fosfato en las fermentaciones ruminales durante 6 horas. Se ensayaron dos fosfatos por triplicado: un fosfato monocálcico (MCP) y un fosfato cálcico-sódico (NEOPHOS – CSP) (véase el cuadro 1) y se compararon con un control negativo sin fosfato (NC).
En cada frasco de 100 ml, había 30 ml de jugo ruminal de vacas fistuladas (INRA, Rennes – Francia), 30 ml de saliva artificial y 0,5g de sustrato (70% de ensilado de maíz, 20% de heno y 10% de concentrado). Se han añadido fosfatos a un nivel de 9,3 mg de fósforo (P) que corresponde a un nivel de inclusión de 15 g de P por día y por vaca. Los frascos se han mantenido en condiciones anaeróbicas y bajo agitación a 39°C. El pH de la solución era de 6,2 al principio del experimento.
A las 2, 4 y 6 horas, 3 frascos de cada grupo fueron retirados del experimento y colocados en el hielo para detener la reacción antes del análisis.
Impacto de las fuentes de fosfato en el pH ruminal
Para todos los productos, la producción de gas aumentó continuamente, lo que indica el buen funcionamiento del experimento. El pH ruminal durante el proceso de fermentación se vio afectado por las fuentes de fosfatos debido a su diferente capacidad tampón (Tabla 1). Mientras que el pH bajó de 6,2 a 6,0 con MCP después de 2 horas, fue estable con CSP.
La digestibilidad de la materia seca (MS) aumentó significativamente (p<0,05) después de 2 horas con csp (59%) en comparación con el nc (30%) o el mcp (26%). esto lleva a una mayor digestibilidad de adf y ndf con csp (62 y 59% respectivamente) en comparación con los otros fosfatos (mcp: 49 y 42% respectivamente – nc: 48 y 36% respectivamente).
Efecto sobre los ácidos grasos volátiles
Por último, al final del experimento, la producción de ácidos grasos volátiles (AGV) aumentó significativamente con la CSP (84,5%) en comparación con la MCP (69,6%) y la NC (67,5%). El perfil del AGV también cambió con la fuente de fosfato y la relación entre el ácido acético y el ácido propiónico se redujo con la CSP, lo que revela la capacidad tampón de este producto (Figura 1).
En conclusión, la fuente de fosfato puede influir en la fermentación de la fibra. Para cualquier fosfato con una solubilidad en ácido cítrico superior al 90%, la disponibilidad de P para las vacas en buenas condiciones no difiere. Sin embargo, la elección de la fuente de fosfato permite optimizar la productividad ruminal, lo que puede mejorar la productividad de las vacas.