En esta opinión experta, Timothy Jenkins da una visión general de las principales micotoxinas que alteran la función del rumen, perjudicando la salud y el rendimiento de los animales.
Las micotoxinas son una característica muy común de la alimentación. Tanto si estas toxinas han sido producidas por hongos que infectan los cultivos en el campo como por hongos que contaminan los piensos en el almacenamiento, suponen un desafío para el ganado. En comparación con otros animales, el rumen marca una gran diferencia en los desafíos que los rumiantes enfrentan por las micotoxinas. Algunos microorganismos del rumen pueden desintoxicar naturalmente algunas micotoxinas, pero otros pueden convertir algunas en formas más potentes y bastantes tipos de micotoxinas simplemente pasan a través del rumen. Desafortunadamente, muchas micotoxinas reducen la capacidad del rumen para funcionar bien.
Alguna degradación del DON
El rumen es la fuente de energía de un rumiante. Los microorganismos dentro del rumen convierten el forraje fibroso en una valiosa fuente de energía, proteínas y otros nutrientes. Algunos de estos mismos microorganismos que digieren las fibras también son capaces de actuar sobre los complejos químicos de las micotoxinas. El Deoxinivalenol (DON), tal vez la mayor micotoxina más prevalente en el mundo, también es susceptible a la acción de algunas bacterias del rumen que digieren fibras. Esto es una ventaja para los animales que se enfrentan al desafío regular de micotoxinas en el alimento, pero la acción natural no siempre es efectiva y no lo suficientemente rápida para prevenir los efectos en el propio rumen.
La presencia de DON en la alimentación se ha correlacionado con una reducción significativa de la producción de leche. Un nivel de 1.000ppb de DON en el alimento puede, por ejemplo, reducir la producción de leche en 12 kg por día. También se ha demostrado que el DON (un tricoteceno de tipo B) afecta a los procesos microbianos del rumen, como la reducción de la disponibilidad de nitrógeno (N microbiano). Así que los efectos pueden ser vistos incluso si hay degradación de DON a lo largo del tiempo en el rumen. La otra consideración es que la cantidad de DON degradada naturalmente en el rumen depende de la actividad de microorganismos digestivos de fibras bastante específicos. En condiciones de SARA o en general de alto grano/concentrado y bajo forraje, una mayor proporción de tricotecenos puede escapar del rumen y causar daños en otros lugares. Los daños son también típicamente más evidentes (incluidas las lesiones de la pared intestinal) en ovejas y cabras y, por supuesto, en terneros antes del establecimiento del rumen. Los terneros pueden luchar contra las diarreas y las enfermedades respiratorias debido a los efectos de los tricotecenos en el sistema inmunológico. En las vacas lecheras, es más probable que el daño sea consecuencia de problemas subclínicos o indirectos, como el efecto sobre la permeabilidad de la pared intestinal (reduciendo la defensa contra los patógenos y disminuyendo la absorción de nutrientes), la reducción de la productividad, problemas de recuento de células somáticas más elevados y el riesgo de mastitis y metritis.
Ocratoxina A
Puede haber una desintoxicación casi completa de la ocratoxina A (OTA, una micotoxina de almacenamiento ocasional), aunque se sabe que una parte de la OTA puede escapar a la desintoxicación a través de la derivación del rumen. Se ha informado de que hasta el 10% de la amenaza de OTA pasa sin cambios por el rumen de los caprinos (y es probable que los ovinos sean similares). Esto sucede en menor medida en las vacas, ya que tienen un rumen más grande con un tiempo de tránsito más largo. Sin embargo, con una elevada ingesta de alimentos y factores de estrés, puede producirse un mayor desvío del rumen que reduzca la descomposición de las micotoxinas.
Arrastre de aflatoxinas
Las aflatoxinas también se degradan parcialmente en el rumen y el resto se convierte biológicamente en el hígado en aflatoxina M1, que sigue siendo biodisponible y lamentablemente puede pasar a la leche producida. Debido al problema de seguridad de la leche de la aflatoxina M1, las aflatoxinas reciben quizás la mayor atención de todas las micotoxinas en la producción lechera. Otras micotoxinas son capaces de tener un impacto menos obvio pero aún así económicamente significativo en el rendimiento de las vacas lecheras.
El ZEN y los problemas de reproducción
El principal efecto de la zearalenona (ZEN) y los compuestos relacionados en los animales es estrógeno. La molécula de ZEN se ajusta a los receptores de estrógeno desencadenando las respuestas hormonales equivocadas y alterando el sistema reproductivo. La ZEN se convierte biológicamente en el rumen en gran parte en alfa-zearalenol (α-ZOL) y esta es una forma mucho más potente que se ajusta más fácilmente a los receptores de estrógeno que la propia ZEN. Así que los rumiantes son susceptibles a los efectos del ZEN. El ZEN también es conocido por aumentar el efecto del DON en la pared intestinal.
Alcoloides del cornezuelo
Los rumiantes también tienen una conocida susceptibilidad a los efectos de los alcaloides del cornezuelo. Estos pueden formarse a partir de ergots que crecen en los cereales o de hongos endofitos dentro de la hierba festuca alta. Uno de sus principales efectos es la vasoconstricción (restricción del flujo sanguíneo) que tiene un impacto en la salud de los cascos, el estrés por calor, la mastitis y la reproducción entre otros síntomas.
Micotoxinas del ensilaje
Los rumiantes también pueden enfrentarse a un desafío por una diversidad de micotoxinas de moho de ensilaje. Se ha demostrado que éstas reducen la función del rumen, causan diarrea y reducen la producción de leche, así como síntomas específicos según el tipo de micotoxina.
Solucionando las micotoxinas
Debido al efecto de las micotoxinas en la función del rumen y la pared intestinal, un desactivador de micotoxinas eficaz (como el micofijo aprobado por la UE) debería poder actuar dentro del rumen. La fijación efectiva es importante para la aflatoxina, pero debe ser lo suficientemente específica para que la absorción de la vitamina no se reduzca a la velocidad utilizada.
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