El maíz español y el polaco se probaron para detectar micotoxinas

La micotoxina FUM ha sido detectada en más del 47% del maíz español. En las muestras polacas, se encontraron principalmente DON y T-2. Así lo afirma la empresa de nutrición animal Nutriad, basándose en pruebas realizadas en 107 muestras de maíz de diferentes regiones españolas y 86 muestras de maíz de toda Polonia.

Todas las muestras se recogieron casi inmediatamente después de la cosecha en las granjas o en los lugares de producción de piensos. En el caso del maíz español, se realizaron más de 400 análisis para comprobar la presencia de las cuatro micotoxinas que se encuentran con más frecuencia en los productos agrícolas destinados a la producción animal. La encuesta permitió conocer la incidencia de las aflatoxinas (Afla) – suma de las aflatoxinas B1, B2, G1 y G2, la zearalenona (ZEN), el deoxinivalenol (DON) y las fumonisinas (FUM) – suma de las fumonisinas B1 y B2. En el caso de las muestras polacas, se realizaron más de 600 análisis de la aflatoxina B1 (AfB1), la ocratoxina A (OTA), la zearalenona (ZEN), el deoxinivalenol (DON), la toxina T-2, la toxina HT-2, la fumonisina B1 (FB1) y la fumonisina B2 (FB2).

Resultados del maíz español

Los resultados mostraron que casi el 48% y el 29% de las muestras de maíz estaban contaminadas con FUM y DON, respectivamente. Sólo el 4,7% de las muestras contenían Afla y esta baja incidencia de contaminación fue inesperada. Las concentraciones medias de todas las micotoxinas recuperadas eran medias (>LOQ pero por debajo de los niveles recomendados por la UE). La mayor concentración de DON detectada en una de las muestras alcanzó los 3721 μg/kg. Sólo el 8,4% de las muestras contenían ZEN, una micotoxina que afecta al rendimiento de la fertilidad de todas las especies animales. La concentración media de ZEN alcanzó 145 μg/kg, que es alta especialmente para cerdas y lechones. Inesperadamente, los resultados mostraron que la concentración media de DON era de 821 μg/kg lo cual es significativo. Varias muestras fueron contaminadas con 2 a 4 micotoxinas al mismo tiempo, lo que puede conducir a interacciones sinérgicas entre ellas.

La encuesta Nutriad detectó una baja incidencia de Afla, lo cual fue inesperado ya que ha habido preocupación en el mercado español por los altos niveles de aflatoxina M1 en la leche de las vacas lecheras. Mientras que el promedio de Afla1 detectado en las muestras positivas fue de 4,7 μg/kg y la concentración máxima fue de 13 μg/kg, ninguna de las muestras excedió la concentración máxima permitida por la UE de aflatoxina B1 (20 μg/kg).

Resultados del maíz polaco

Los resultados mostraron que casi el 48% y el 44% de las muestras de maíz polaco estaban contaminadas con DON y toxina T-2, respectivamente. Inesperadamente, más del 53 % de las muestras contenían la toxina HT-2. Ninguna de las muestras estaba contaminada con OTA o AfB1. Las concentraciones medias de todas las micotoxinas recuperadas eran medianas (>LOQ pero por debajo de los niveles recomendados por la UE).

La mayor concentración de DON detectada en una de las muestras alcanzó los 2200 μg/kg. El 50% de las muestras contenían ZEN, una micotoxina que afecta al rendimiento de la fertilidad de todas las especies animales. La concentración media de ZEN alcanzó los 250 μg/kg, lo cual es alto, especialmente para cerdas y lechones.

Inesperadamente, los resultados mostraron que la concentración media de DON era de 503 μg/kg lo cual es significativo. Varias muestras se contaminaron con 2 a 4 micotoxinas al mismo tiempo, lo que puede dar lugar a interacciones sinérgicas entre ellas. La concentración máxima de la toxina T-2 encontrada en una de las muestras de maíz fue de 759 µg/kg. Esta alta concentración puede tener un efecto significativo en la salud y el rendimiento de los animales de granja, especialmente las aves de corral jóvenes y de cría y todas las categorías de cerdos.

La vigilancia es importante

Los datos de ambos países muestran que siempre es aconsejable la vigilancia cuando se utilizan materias primas. El uso de cultivos como el maíz nunca debe considerarse automáticamente seguro para su inclusión en las raciones de piensos terminados para todas las especies animales. Las estrategias de mitigación para reducir o prevenir la contaminación incluyen un buen almacenamiento y aglutinantes de micotoxinas, entre otros.

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