Los gigantes internacionales de la alimentación Cargill y Viterra han anunciado sus planes de cesar el comercio de cereales en Rusia, lo que pone nervioso al mercado mundial por el futuro de las exportaciones rusas.
En los últimos años, tanto Viterra como Cargill figuraban entre los 6 principales exportadores de trigo ruso. Cargill informó al Ministerio de Agricultura ruso de que la medida entraría en vigor a principios de la próxima campaña agrícola, mientras que Viterra tiene previsto abandonar el país al final de la actual. La razón de estos movimientos no está del todo clara, pero Bloomberg informó de que los comerciantes de grano occidentales se enfrentaban a una creciente presión administrativa en Rusia para vender sus activos.
Prepararse para el impacto
La salida del mercado de Cargill y Viterra no afectará a la exportación rusa de cereales. Todas las capacidades de transbordo se mantendrán y seguirán operando como de costumbre, declaró el Ministerio de Agricultura ruso en un comunicado publicado en su página web.
Por otra parte, el mercado mundial de cereales parece no estar convencido. La consultora agrícola rusa ProZerno informó de que el mercado mundial del trigo experimentó una subida de precios después de que las principales empresas agrícolas occidentales desvelaran sus planes de romper sus lazos con Rusia.
«Podemos suponer que en el segmento de exportación del [mercado ruso de cereales] había comenzado una tormenta cuando se conoció la información de que [los comerciantes occidentales] cesan sus programas de exportación a partir del comienzo de la nueva temporada», dijo la agencia, señalando una rápida subida del precio de los contratos futuros de trigo tras los anuncios.
ProZerno afirmó que «tal cambio en las filas de los grandes exportadores no puede pasar desapercibido», añadiendo, sin embargo, que no tardarán en surgir compradores para los activos de las empresas occidentales.
Grano no sujeto directamente a sanciones
El grano ruso no está sometido directamente a las sanciones occidentales, pero durante el año pasado los suministros se vieron obstaculizados por las restricciones impuestas a los sectores logístico y bancario rusos. La prensa rusa informó de que la marcha de los comerciantes extranjeros podría percibirse como una señal de que la exportación de grano del país podría encaminarse hacia un periodo de incertidumbre aún mayor.
Rusia sigue teniendo una gran demanda de cereales
Sin embargo, Elena Tyurina, directora del departamento analítico de la Unión Rusa de Cereales, se hizo eco de la opinión del Ministerio de Agricultura de que la retirada de las empresas occidentales no afectaría a las ventas de exportación. Tyurina declaró al periódico ruso Agroinvestor que existe demanda de grano ruso, y que los grandes exportadores rusos pueden exportar fácilmente los volúmenes que enviaban las empresas extranjeras.
Añadió que la exportación rusa de trigo en marzo resultó superior a la previsión inicial de 4,5 millones de toneladas, con un total de 5,1 millones de toneladas. «Esta dinámica estuvo asegurada por la fuerte demanda de países que han pasado a la categoría de nuestros importadores habituales esta temporada. Entre ellos figuran Argelia, Sudán, Pakistán, Kenia y otros países», declaró Tyurina.