El mercado de los cereales es actualmente un mercado meteorológico, con la consiguiente influencia de las previsiones de producción fluctuantes. Esto tiene ahora consecuencias para el maíz, que ha sido muy caro durante algún tiempo.
En toda Europa, el tiempo es ahora favorable para el trigo, eso estaba claro, pero en Estados Unidos, por ejemplo, también ha llovido en el norte, lo que era muy necesario allí para el trigo de primavera.
Precios del mercado de cereales
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Cae el precio del futuro del trigo
El precio del futuro del trigo está bajando. En la zona de producción de maíz, muy seca, también ha habido algunas precipitaciones y se vislumbra un cambio de tiempo, lo que también presiona los precios. Además, según la agencia de mercados Agritel, hay muchos analistas que estiman que la superficie de maíz estadounidense es mayor que la última declaración del Departamento de Agricultura del USDA. Las cifras definitivas sobre la superficie cultivada se anunciarán el 30 de junio.
Política de Estados Unidos en materia de biocombustibles
Tan importante como la actual tendencia de los precios en Chicago es la incertidumbre sobre la política de la administración Biden en materia de biocombustibles. El impulso para aumentar el uso de biocombustibles, mediante el aumento de las cuotas de uso obligatorias para las refinerías de petróleo, se abandonaría y quizás incluso se cambiaría por cuotas reducidas. Esto deprime inmediatamente la demanda de maíz y soja. El hecho es que desde el viernes 11 de junio el precio del maíz en el mercado mundial ha caído. El precio futuro también cayó en Chicago.
Alboroto en el mercado del maíz
Lo que llama la atención es el revuelo que se ha formado en torno al resultado del último informe Wasde del USDA sobre el mercado del maíz. El USDA informa de una previsión de producción para 2020-21 en Brasil de 98,5 millones de toneladas. Esto supone 3,5 millones de toneladas menos, en comparación con el mes anterior. Según muchas partes, incluyendo la oficina de mercado Agritel y Rabobank, esta reducción es todavía demasiado optimista. Se considera mucho más probable una producción en torno a los 92 millones de toneladas. A largo plazo, esto aumentará el precio.
