Enfoque de 4 pilares para la resistencia a los antimicrobianos

La resistencia a los antimicrobianos es un problema global. Para combatirla, es necesario llevar a cabo actividades en los diferentes sectores de los sistemas alimentarios y agrícolas para adoptar un enfoque de «Una Salud». El plan de acción de la FAO, basado en cuatro pilares principales, tiene por objeto hacer precisamente eso.

Existe una creciente preocupación mundial por la resistencia a los medicamentos antimicrobianos, incluidos los antibióticos, en medio del temor de que la resistencia a los antimicrobianos (RAM) revierta los logros anteriores. La RAM, que se refiere a los microorganismos -bacterias, hongos, virus y parásitos- que han adquirido resistencia a las sustancias antimicrobianas, es un fenómeno que puede producirse de forma natural mediante la adaptación microbiana al medio ambiente, pero que se ha visto exacerbado por el uso inapropiado y excesivo de los antimicrobianos.

Las estimaciones del consumo mundial anual total de antimicrobianos en la agricultura varían considerablemente. Ello se debe a la deficiente vigilancia y reunión de datos en muchos países. Por ejemplo, sólo 42 países del mundo cuentan con sistemas para reunir datos sobre el uso de antimicrobianos en el ganado. El consumo mundial estimado de antimicrobianos en el sector pecuario en 2010 fue de 63.151 toneladas. Resulta especialmente preocupante el hecho de que dos tercios del crecimiento futuro estimado del uso de antimicrobianos se produzca en el sector de la producción animal, y se prevé que el uso en la producción de cerdos y aves de corral se duplique.

El hecho de que la salud humana y veterinaria, los sistemas de producción de alimentos y piensos y los entornos agroecológicos contribuyan a la RAM y se vean afectados por ella indica la necesidad de un enfoque multisectorial y multidimensional de «Una salud» para frenar su aparición.

Aplicación del plan de acción de la FAO

Los microorganismos y genes resistentes no reconocen fronteras geográficas o ecológicas. La resistencia que surge en un lugar geográfico o en una especie puede propagarse con facilidad a otros lugares geográficos mediante el movimiento de alimentos, agua, animales y/o personas; puede extenderse a otras especies, afectando tanto a los países desarrollados como a los países en desarrollo. La contención de la RAM requiere un enfoque global combinado a nivel nacional con medidas concertadas que abarquen las esferas de la política y la reglamentación, y con medidas preventivas y la participación de los productores y otros interesados en la cadena de valor de los alimentos.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha identificado cuatro pilares principales de trabajo sobre la RAM, que sirven como esferas de atención prioritaria para el plan de acción de la FAO. Estas 4 áreas están fuertemente interrelacionadas y deben abordarse en paralelo (Figura 1).

Figura 1 – Las cuatro esferas de atención prioritaria del plan de acción de la FAO sobre la resistencia a los antimicrobianos.

Las 4 esferas de acción principales en la esfera de la alimentación y la agricultura son:

  • Concienciación: Mejorar la concienciación sobre las cuestiones relativas a la RAM entre los agricultores y los productores, los profesionales y las autoridades veterinarias, los encargados de formular políticas y los consumidores de alimentos.
  • Evidencia: Desarrollar capacidades nacionales para la vigilancia y el seguimiento de la RAM y el uso de antimicrobianos (UMA) en la alimentación y la agricultura.
  • Gobernanza: Fortalecer la gobernanza relacionada con la UMA y la RAM en la alimentación y la agricultura.
  • Prácticas: Promover las buenas prácticas en los sistemas alimentarios y agrícolas y el uso prudente de los antimicrobianos.
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Pilar: Concienciación

Se considera que una comprensión mínima de la cuestión y de por qué es pertinente para todos los interesados a lo largo de la cadena alimentaria es un requisito previo para el cambio y el compromiso con la acción. La pertinencia de la RAM para la alimentación y la agricultura, tanto en lo que respecta a sus repercusiones en el sector como a la función del sector en la solución del problema, no siempre es evidente. En esta esfera prioritaria se procura adoptar medidas inmediatas para aumentar la sensibilización sobre la RAM mediante la elaboración de productos de comunicación y promoción dirigidos a diferentes sectores y que ayuden a los países a encontrar formas adecuadas y adaptadas a la cultura para difundir los mensajes clave y comprender los desafíos y riesgos que se derivan de la RAM. La esfera prioritaria 1 se vincula con la esfera prioritaria 2 (pruebas), ya que la FAO reconoce plenamente la importancia de los mensajes basados en pruebas y de asegurar que sean pertinentes para los sectores alimentario y agrícola. Al reconocer que la consideración de la RAM y sus repercusiones debe convertirse en parte integrante del entorno de las políticas alimentarias y agrícolas, el área de atención prioritaria de sensibilización también abogará por la consideración de la RAM a nivel mundial y nacional y trabajará en cooperación con otras organizaciones interesadas.

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Pilar: Pruebas

La comprensión del alcance del uso de los antimicrobianos (UMA) y de la resistencia a los antimicrobianos en los sectores de la alimentación y la agricultura es una base para impulsar la acción y también es fundamental para medir el impacto de las iniciativas y los progresos realizados para hacer frente a este problema. Reconociendo que puede resultar difícil para los países adoptar medidas basadas en datos de otras partes del mundo, esta esfera prioritaria tiene por objeto apoyar la generación de datos locales en apoyo de la acción local y en el fomento progresivo de la capacidad local para generar datos más amplios. Esta labor también se llevará a cabo en estrecha colaboración con la OIE y la OMS para apoyar los sistemas integrados de vigilancia y supervisión y promover el intercambio de datos entre los sectores a nivel local y mundial. La esfera prioritaria de «pruebas» también tendrá por objeto poner a disposición del público información sobre la RAM que sea particularmente pertinente para los sectores de la alimentación y la agricultura.

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Pilar: Gobernanza

La capacidad y los recursos de muchos países para adoptar medidas para hacer frente a la RAM dependen del compromiso político, de una política adecuada y de un marco reglamentario o legislativo pertinente en el que operar. Esta esfera de trabajo tiene por objeto apoyar a los países en ese empeño. Además de apoyar la labor a nivel nacional, esta esfera de trabajo también engloba el apoyo de la FAO al establecimiento de normas internacionales pertinentes para la RAM y la elaboración de las pruebas y la base científica en que se sustenten esas normas. Estas últimas esferas también se vincularán estrechamente con la segunda esfera prioritaria: las pruebas. Reconociendo los diferentes tipos de información necesarios para facilitar el compromiso político y la elaboración de políticas basadas en pruebas, esta esfera prioritaria también se concentrará en proporcionar información sobre las alternativas a la UMA, los aspectos económicos del problema de la RAM y las medidas necesarias para abordarlo.

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Pilar: Prácticas

El éxito de las tres primeras esferas de interés sólo estará completo si en última instancia impulsa el cambio y conduce al desarrollo y la aplicación de prácticas que contribuyan positivamente a abordar el problema de la RAM. Sin embargo, hay una serie de factores que deben tenerse en cuenta para efectuar el cambio, entre los que destacan los aspectos económicos y la disponibilidad de alternativas viables. Esos cambios también deben llevarse a cabo en el contexto de sistemas alimentarios y agrícolas eficientes e inclusivos para garantizar que también se apoyen los objetivos de la FAO en materia de reducción del hambre. Esta esfera prioritaria se centrará en la elaboración y el apoyo de las medidas prácticas que han de adoptarse en los sectores de la alimentación y la agricultura para reducir al mínimo la necesidad de utilizar productos antimicrobianos (por ejemplo, la mejora de la bioseguridad para reducir las infecciones), reducir el uso de esos productos (por ejemplo, centrándose en las buenas prácticas de uso terapéutico y en la determinación de alternativas a los productos antimicrobianos) y reducir al mínimo o prevenir la propagación de la resistencia a los productos antimicrobianos (por ejemplo, las buenas prácticas de higiene). Aunque se basará en los resultados de las otras esferas prioritarias, es necesario comenzar inmediatamente a convertir los conocimientos existentes en prácticas mejoradas.

El plan de acción de la FAO se desarrolla en paralelo con el plan de acción mundial sobre la resistencia a los antimicrobianos dirigido por la OMS, que destaca la necesidad de adoptar un enfoque de «Una salud». Para lograrlo se requiere la participación de las autoridades de salud pública y veterinarias, los sectores alimentario y agrícola, los planificadores financieros, los especialistas en medio ambiente y los consumidores. El objetivo del plan mundial es ayudar a los Estados Miembros a elaborar y aplicar planes de acción nacionales multisectoriales para combatir eficazmente la RAM.

Este artículo se basa en la publicación «El plan de acción de la FAO en materia de resistencia a los antimicrobianos, 2016-2020».

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