Los nutricionistas de animales se enfrentan constantemente a grandes retos a la hora de ajustar y optimizar sus formulaciones. Sin embargo, cuando se habla de la calidad biológica de los fosfatos de los piensos, parece esencial evaluar su digestibilidad precaecal del fósforo, es decir, su digestibilidad real.
El fósforo, componente clave de la alimentación animal, interviene en numerosos procesos biológicos como la formación de los huesos, el metabolismo energético, la estructura celular y la formación de los huevos. Una dieta baja en fósforo tiene graves consecuencias en términos de rendimiento zootécnico, mientras que una ingesta de fósforo superior a las necesidades nutricionales conduce a un exceso de fósforo en los residuos animales. El uso de un fosfato alimentario altamente digestible como Phosfeed 21 optimiza los costes y la calidad de la fórmula al tiempo que satisface las necesidades nutricionales del animal. También mejora los niveles de crecimiento gracias a un mejor índice de conversión del alimento (FCR)*.
De ahí la importancia de evaluar la biodigestibilidad de las distintas fuentes minerales y orgánicas de fósforo(véase la figura), con el fin de estimar la fracción de fósforo realmente absorbida a nivel intestinal. De este modo, se cubrirán mejor las necesidades nutricionales del animal al tiempo que se reduce la excreción de fósforo en sus heces, contribuyendo así a una cría respetuosa con el medio ambiente.
La digestibilidad del fosfato de los piensos se midió mediante pruebas in vivo, que requieren conocimientos técnicos avanzados y recursos humanos y financieros considerables, basándose en el protocolo WPSA considerado por los centros de investigación y las universidades como el enfoque más adecuado para este tipo de estudios.
Este método mide la digestibilidad real del fósforo combinando marcadores radiactivos para medir el fósforo endógeno movilizado en el organismo animal, lo que permite determinar los valores reales de digestibilidad del fósforo.
Este enfoque consiste en comparar la biodigestibilidad del fósforo de varias fuentes minerales y orgánicas en un grupo de animales homogéneos en cuanto a especie, cepa, sexo y edad. Esto se hace en condiciones técnicas normales (alimentación, profilaxis, etc.), según un protocolo estadístico fiable y apropiado (ANOVA).
De acuerdo con el protocolo WPSA
El protocolo del estudio se ajustó en gran medida al protocolo de la Asociación Mundial de Avicultura (WPSA) para la determinación de la disponibilidad de P en aves de corral, basado en la absorbibilidad pre-cecal. El experimento realizado en las instalaciones de investigación de Wageningen Bioveterinary Research evaluó la absorbibilidad pre-cálculo de fósforo (P) y calcio (Ca) en pollos de engorde a partir de nueve fuentes minerales de fósforo y una fuente orgánica (harina de cerdo).
En este estudio se evaluaron 5 fosfatos monocálcicos (Ca (H2PO4) 2-H2O), 3 fosfatos monodicálcicos (CaHPO4.Ca (H2PO4) 2-H2O) y una harina de huesos de origen porcino. Todas las fuentes de fosfato ensayadas son productos disponibles en el mercado.
El estudio reveló un índice de digestibilidad récord del 90,3% para el fosfato monocálcico marroquí Phosfeed 21. Este índice es superior al de las otras fuentes de fosfatos monocálcicos MDCP/Europa (79,2%) y MDCP/América (80,2%), con una diferencia estadísticamente significativa. También es la tasa más alta jamás medida para un fosfato monocálcico y comparable a la de los fosfatos monocálcicos MCP 22.7.