El aprovechamiento del potencial de las innovaciones agrícolas, ya sean soluciones simples o tecnologías basadas en satélites, ayudará a evitar que una sequía se convierta en hambruna y desplazamiento forzoso y a revertir la desertificación.
Según el Director General de la FAO, José Graziano da Silva. Habló en la apertura del 2º Seminario Internacional sobre la Sequía y la Agricultura en la sede de la FAO en Roma el 17 de junio, como parte de las celebraciones del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía. Destacó que más del 80% de todos los daños y pérdidas causados por la sequía fueron absorbidos por los agricultores y el sector agrícola, y señaló que una de las principales causas del aumento del hambre en los últimos tres años fue el fenómeno de El Niño, que provocó graves sequías en la costa de África oriental. «Cada año el mundo pierde 24.000 millones de toneladas de suelos, y la degradación de las tierras secas reduce el producto interno nacional de los países en desarrollo en un 8% anual», dijo el Secretario General de las Naciones Unidas Antonio Guterres en un mensaje de vídeo grabado para el Día Mundial. «Debemos cambiar urgentemente esas tendencias. La protección y la restauración de la tierra -un mejor uso de la misma- pueden reducir la migración forzosa, mejorar la seguridad alimentaria y estimular el crecimiento económico. También puede ayudarnos a hacer frente a la emergencia climática mundial».
Soluciones simples – gran impacto
El Director General de la FAO subrayó que para hacer frente a las sequías y revertir la desertificación, además de las tecnologías geoespaciales, los agricultores también pueden beneficiarse de soluciones muy sencillas. A este respecto, citó el proyecto de un millón de cisternas, «almacenamiento de precipitaciones», como un buen ejemplo. «Esto es muy simple. Se almacena el agua de lluvia debajo de la casa para que esté disponible para beber y para los animales durante todo el año», dijo. Además, la FAO lanzó una versión renovada de WaPOR, una base de datos de acceso abierto que aprovecha datos satelitales casi en tiempo real para monitorear la productividad de la tierra y el agua en África y el Cercano Oriente. Los datos de WaPOR, lanzada inicialmente en 2017, ayuda a los responsables políticos y a los agricultores a tomar decisiones informadas para estar mejor preparados para la sequía y aumentar la producción agrícola con un menor uso de agua. La versión actualizada 2.0 ofrece una mejor metodología y abarca otros tres países con datos de 100 metros de resolución: Iraq, Sudán y Níger. Con las recientes adiciones, el número total de países cubiertos por esta resolución ha aumentado de 18 a 21. El Gobierno de los Países Bajos asignó 13,5 millones de dólares a la continuación del desarrollo de la base de datos WaPOR y su ampliación a otras esferas en el período de dos años (2019-2020).
Además, la FAO y el Nuevo Banco de Desarrollo (BND) han acordado intensificar los esfuerzos conjuntos para ayudar a los países a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con especial atención a la salvaguardia de los recursos hídricos y del suelo, así como a la lucha contra la desertificación.
Fuente: FAO