Las investigaciones demuestran que las semillas de calabaza y el ajenjo pueden prevenir la reducción de la digestibilidad de los nutrientes causada por una infección de ascáride, potencialmente modificando la microbiota intestinal.
Debido a la tendencia a la producción de huevos sin jaula, las infecciones por nematodos como Ascaridia galli están recibiendo cada vez más atención, con una prevalencia que puede fluctuar entre el 69,5% infectado y casi el 90%. A. galli puede afectar negativamente a la microbiota yeyunal, disminuyendo la diversidad de la microbiota y aumentando la susceptibilidad de las aves a las infecciones con patógenos bacterianos como Escherichia coli y Pasteurella multocida. Dado que las larvas y los adultos se encuentran en el yeyuno, A. galli puede afectar potencialmente a la digestibilidad y absorción de nutrientes. Aunque varias clases de fármacos antiparasitarios son eficaces contra A. galli, como el levamisol y la ivermectina, en Estados Unidos la única base farmacológica, con un tiempo de retirada para los huevos de cero días, registrada por la Food and Drug Agency y aprobada para su uso en aves de corral comerciales es el fenbendazol. La limitación de utilizar únicamente benzimidazoles-fármacos contra los helmintos se da también en la UE, donde los sistemas de producción en jaulas estaban completamente prohibidos. La falta de opciones de tratamiento suscita preocupación en cuanto a la resistencia contra los fenbendazoles. Aunque un estudio realizado en 2017 no mostró resistencia a este fármaco por parte de A. galli, en otros parásitos de diferentes especies esto ya es una realidad. En pavos, muchos veterinarios también informaron de la necesidad de múltiples tratamientos contra Ascaridia dissimilis, lo que sugiere resistencia del gusano.
Tratamientos antiparasitarios
Aunque todavía no se ha informado de resistencias, hay estudios que demuestran que el efecto de la desparasitación no dura demasiado tiempo y no es raro ver la necesidad de múltiples tratamientos antihelmínticos en la misma manada. Esto se debe a que estos fármacos son capaces de eliminar los parásitos en las aves, sin embargo, si este tratamiento se inicia tarde, el medio ambiente ya estará contaminado con los huevos que se desprendieron. El resultado es una alta carga de contaminación y mayores posibilidades de reinfección poco después del tratamiento
El control de las lombrices puede resultar complejo y difícil. Debido a la gran tenacidad de los huevos de lombriz en el medio ambiente, las infecciones por ascárides son difíciles de controlar únicamente con medidas de bioseguridad y un buen saneamiento. Por estas razones, el uso rutinario de antihelmínticos sigue considerándose la estrategia más eficaz contra A. galli. Sin embargo, esto no es una opción en los rebaños ecológicos, ya que este tipo de producción no permite el uso de fármacos. Además, no existen vacunas que hayan demostrado ser eficaces contra los nematodos. Esta situación requiere una investigación que evalúe tratamientos alternativos.
Artemisia absinthium y semilla de calabaza
Se están investigando alternativas nutricionales y se ha demostrado que pueden mejorar la salud intestinal al interferir en la población de microbiota, mejorar la barrera intestinal y modular el sistema inmunitario. Los extractos vegetales son alternativas potenciales a los fármacos y se utilizan desde hace años en medicina humana. Estos extractos de plantas tienen una diversidad de compuestos con propiedades antiinflamatorias, pero los mecanismos de acción de la mayoría de ellos aún se están caracterizando y se necesitan estudios que se centren en la interacción huésped-microbio.
Dos productos fitogénicos utilizados habitualmente por los productores de traspatio han mostrado potencial para ser utilizados contra otras especies de nematodos en otros hospedadores: Artemisia absinthium y semillas de calabaza. La Artemisia absinthium se denomina comúnmente ajenjo y ha demostrado ser eficaz en el control de Haemonchus contortus en ovejas. Los compuestos que se han correlacionado con actividades antihelmínticas son los terpenos, el limoneno, el mirceno y la α y β tuyona. Las semillas de calabaza podrían utilizarse contra gusanos en avestruces y ratones, y los componentes activos comunes son flavonoides, terpenos, saponinas, cucurbitina y cucurbitacina.
En un estudio realizado en la Universidad de Auburn se comprobó si la Artemisia absinthium (inclusión al 0,02%) y las semillas de calabaza (inclusión al 1%) podían utilizarse como tratamientos y aliviar los posibles efectos negativos causados por una infección por A . galli en la producción y calidad de los huevos, la digestibilidad de los nutrientes y la microbiota intestinal. Para todos los nutrientes, la digestibilidad fue menor en las aves desafiadas con A . galli. Las aves afectadas y no tratadas presentaron una digestibilidad del calcio un 30% inferior y una digestibilidad del fósforo un 12% menor que las alimentadas con calabaza o artemisia. Con tales reducciones, es intuitivo esperar que la calidad de la cáscara del huevo también se viera afectada. Sin embargo, esto no ocurrió. Existen diferentes mecanismos por los que una reducción de la digestibilidad de los nutrientes se compensará para mantener la homeostasis. La reducción de la digestibilidad mineral podría compensarse mediante el reclutamiento de los minerales de los huesos.
Cambio en la microbiota
Otro hallazgo interesante en este estudio es el hecho de que ambos tratamientos alteraron la abundancia relativa en la microbiota yeyunal con un aumento significativo de Lactobacillales. Los lactobacilos producen acetato, que es una fuente de energía para los enterocitos y puede aumentar la absorción de minerales. Esto podría explicar por qué las aves desafiadas que recibieron los tratamientos alternativos no tuvieron una reducción en la digestibilidad del calcio. Un estudio del metaboloma sería importante para confirmar esta hipótesis
En cuanto a los tratamientos potenciales para A. galli, ni la artemisia ni la semilla de calabaza mostraron efecto alguno. Es importante señalar que los tratamientos sólo eran mezclas en el pienso para simular lo que hacen la mayoría de los productores de traspatio. Esto significa que todos los compuestos presentes en ambos tratamientos con un potencial efecto antiparasitario estaban presentes en concentraciones más bajas que en los extractos. Esta puede ser la razón por la que no se observaron muchas diferencias en esta investigación, pero sus extractos acuosos y alcohólicos sí mostraron un potencial en otros hospedadores.
Reducción de los efectos negativos de las enfermedades
A. galli sí influyó en la digestibilidad de los nutrientes y las aves que recibieron semillas de ajenjo o de calabaza presentaron una mejor digestibilidad del calcio y una mayor abundancia relativa de Lactobacillales, lo que podría ser la razón de esta diferencia. Aún son necesarios futuros estudios que investiguen este mecanismo. Sin embargo, este estudio puede servir para ilustrar cómo los compuestos fitogénicos pueden modular la microbiota y reducir así los efectos negativos causados por las enfermedades.
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