¿Formar al operador o formar al formador?

Casi todo el mundo entre los 18 y los 65 años tiene un trabajo. Apenas hay desempleo en este momento. Se trata de un buen avance con un preocupante inconveniente

Muchas empresas, incluidas las de piensos, están buscando diligentemente empleados adecuados. Muchos operarios llegarán a su edad de jubilación y necesitan que les sucedan jóvenes nuevos, entusiastas y comprometidos. Para estos jóvenes, esto significa «aprender en el trabajo»

Formación de la nueva generación de operadores de piensos

El operario experimentado enseña al nuevo empleado todo lo relativo a la entrada de materias primas, al funcionamiento de las líneas de molienda-mezcla y de prensado, y a la carga a granel o la planificación. Desde luego, no es una hazaña Mi experiencia a partir de 1988 me ha enseñado que, al cabo de un año aproximadamente, este nuevo empleado puede funcionar (en cierto modo) de forma autónoma, dependiendo en parte de su motivación intrínseca. Afortunadamente, muchas empresas están convencidas de que estas nuevas personas se benefician de la formación. Instituciones como Aeres y Feed Design Lab contribuyen a la formación de nuevos operarios en la industria de los piensos, tanto en los Países Bajos como en el resto del mundo, en sus propias instalaciones y en la empresa

Rotación de operadores

Para mí, el objetivo final es convencer a estos jóvenes de que tienen un trabajo excelente, que son futuros artesanos y que su esfuerzo es importante. De este modo, hacemos todo lo posible para que sigan participando en el proceso de alimentación durante más tiempo. Vemos con demasiada frecuencia que, después de uno o dos años, los jóvenes operarios pueden conseguir un sueldo más alto en otro sitio y que, en realidad, el proceso de alimentación no les parece muy «atractivo». Poco después, el director presenta al joven nº 7 al operador/mentor experimentado.

Los operadores de piensos del futuro

En los últimos años, vemos términos modernos como Lean Manufacturing y Six Sigma. En el lenguaje común de la gente: conseguir el máximo valor para el cliente con el mínimo desperdicio y mejorar los procesos de producción y administrativos. Muchas personas han recibido formación para contribuir a ello. Una mayor automatización de la planta de piensos también encaja en este contexto. Escuchamos eslóganes como Smart Factory 2.0 e Industria 4.0. El operario actual pasa cada vez más tiempo de su turno de 8 horas detrás de un ordenador. Introduciendo órdenes de producción, distribuyendo cargas y lotes, vigilando la puesta en marcha automática de una prensa de granulado y comprobando que todo va según lo previsto. El operario del futuro no será el mismo que el actual. En mi opinión, tendrá herramientas diferentes. En 1970: una llave inglesa y un bahco y guantes nuevos de vez en cuando. En 2030: una tableta para controlar todos los controles posibles y, sobre todo, para ver que todo va bien. Me gustaría llamar la atención sobre la ruta hacia la nueva situación de 2030.

¿Quién formará al nuevo operario 2.0? Este operario debe tener una buena visión de conjunto de la instalación, debe entender lo que ocurre con las materias primas en las máquinas y debe ser capaz de realizar (al menos) ajustes puntuales cuando sea necesario. Asumo este reto con gusto y entusiasmo, que surge del amor por mi profesión. Estoy intrínsecamente motivado.