Tenemos una historia mucho mejor y más sólida que contar en torno a la proteína animal que la que teníamos hace una década. Para mantener esta sólida narrativa, Trouw Nutrition fomenta la innovación y se centra firmemente en la transformación digital en la ganadería.

Empecemos por preguntarnos: ¿Somos suficientemente innovadores en nuestro sector?

«La agricultura ha hecho enormes avances gracias a la innovación. Pero la agricultura también se considera un espacio más conservador que otros sectores. Los agricultores están terriblemente ocupados haciendo su trabajo y a veces incluso operan en modo de supervivencia durante acontecimientos desfavorables como condiciones meteorológicas adversas o desequilibrios extremos en la oferta y la demanda. Al mismo tiempo, ven llegar nuevas tecnologías «prometedoras». Algunas de ellas pueden resultar ser aceite de serpiente (tecnología o aplicaciones que no están a la altura de su bombo, o simplemente no funcionan), y esto puede quebrar la confianza y la voluntad de adoptar cosas nuevas. En segundo lugar, formar parte del sector de la alimentación animal significa que hay muchas normas en vigor sobre lo que podemos y no podemos utilizar. Y en tercer lugar, nos enfrentamos a muchas variables, como los animales vivos, el clima, las fuentes de alimentación, los estilos de gestión y los factores regionales. Por tanto, puede resultar difícil trasladar directamente todos los resultados de la investigación a todos los tipos de entornos comerciales del mundo. Es lógico que los ganaderos duden a la hora de percibir de inmediato los beneficios de algo que sólo se ha probado en circunstancias controladas. Se puede decir que las condiciones de cada explotación son únicas».

¿Significa esto que el enfoque mejor, más barato y más rápido es demasiado estrecho?

«La definición clásica de innovación es, en efecto: hacer que un producto o solución existente sea mejor, más rápido, más barato. Esto también es aplicable a la agricultura, y es algo que Trouw Nutrition lleva haciendo muchos años. Por ejemplo, los sustitutos de la leche y las premezclas que vendíamos hace 40 años son diferentes de los productos que vendemos hoy, debido a las continuas mejoras en la formulación, la selección de ingredientes y la investigación realizada. El resultado: un producto más potente y/o rentable. Pero la innovación en la agricultura también tiene que ver con el enfoque a largo plazo, estar preparados para afrontar los retos venideros, operar en mercados volátiles y producir más con menos. Ser más barato no siempre es la clave. Creo que en el futuro todas las explotaciones serán -y deberán ser- extremadamente sostenibles, con un alto nivel de bienestar y sanidad animal, rentables y altamente automatizadas. En algunas regiones esto ya es práctica habitual. En otras, todavía no. Dentro de unas décadas, la «granja del futuro» será la norma y estará ampliamente extendida. Nos corresponde a nosotros comprender lo que el mercado necesita para dotarse de una licencia para cultivar en 2050 y más allá. Por eso me gusta la cita del escritor estadounidense William Gibson que dijo una vez:El futuro ya está aquí, sólo que no está distribuido uniformemente. Esto es cierto en la agricultura. Es un mercado fragmentado, y no todas las regiones avanzan al mismo ritmo. Pero al final, todos vamos en la misma dirección».

¿Qué significa esto para la cartera de Trouw Nutrition?

«Las soluciones nutricionales son, y seguirán siendo, extremadamente importantes para que nuestros clientes tengan un negocio próspero. La experiencia en nutrición y formulación es la columna vertebral de nuestra empresa. Pero junto a un enfoque de la innovación basado en productos nutricionales, también debemos impulsar la transformación digital. Porque cuando el mercado exige digitalización, nosotros debemos seguirle. Y no hay mejor momento para hacerlo. La Inteligencia Artificial (IA) es una tecnología que está cambiando las reglas del juego, alterando todo tipo de productos y negocios existentes. Tomemos el ejemplo de Microsoft. En las últimas décadas, ha ido introduciendo mejoras graduales en sus paquetes de software. Excel se hizo un poco más inteligente, Word un poco más rápido, PowerPoint un poco más bonito, etc. Luego llegó la IA, que transformó las soluciones de Microsoft mucho más rápido y las llevó a un nivel completamente nuevo. ¿Fue de la noche a la mañana? No. En los últimos años, Microsoft se ha basado más en la nube, ha trabajado en varias integraciones en el backend y mucho más. Fue el compromiso de innovar, prepararse y progresar, lo que creó el entorno perfecto para que la IA tuviera éxito cuando se presentó la oportunidad. Los años y los recursos invertidos en la integración de la IA les proporcionarán ahora una ventaja competitiva y experiencia. Aprovecharon muy bien la oportunidad. En Trouw Nutrition debemos hacer lo mismo. Por ejemplo, si queremos ser líderes en soluciones de salud intestinal, debemos prepararnos para ello y, por ejemplo, asegurarnos de crear un destacado grupo de expertos en torno al microbioma. Si nos comprometemos a ser totalmente digitales, debemos contar con un gran equipo de datos y reunir puntos de datos de alta calidad y relacionados con las explotaciones de forma coherente para poder crear modelos de IA que nadie más tenga. No tenemos que esperar demasiado para aprovechar las oportunidades que se nos presentan. Ya somos un negocio muy intensivo en datos, lo cual es estupendo, pero también debemos ser inteligentes a la hora de automatizar las cosas y monetizar los datos. Así podemos ser mejores y más rentables… pero también mucho más rápidos».

¿Se puede ser al mismo tiempo una empresa de piensos y una empresa de tecnología de la información?

«El número y la velocidad con que las nuevas tecnologías entran en el mercado en estos momentos es alucinante. En Trouw Nutrition somos conocidos por nuestra mentalidad innovadora y nuestro compromiso con la mejora constante. Pero teniendo en cuenta la velocidad a la que avanza la IA y el ritmo de otras tecnologías, debemos cambiar y evolucionar aún más rápido para poder seguir siendo líderes y relevantes para nuestros clientes. Y el cambio es algo bueno. De hecho, nuestros clientes quieren que evolucionemos y crezcamos con ellos, ya que esto genera confianza y compromiso para prepararnos para el futuro. Nuestros clientes nos necesitan más que nunca, por ejemplo en materia de sostenibilidad. En los últimos años, hemos invertido adecuadamente en el desarrollo de herramientas digitales, como el portal web MyNutriOpt, que da acceso a un conjunto de servicios digitales, incluidas herramientas de sostenibilidad como MyFeedPrint y MyMilkPrint. La reputación que tienen nuestras marcas actuales y la sólida relación con nuestros clientes nos ayudan a impulsar la adopción de estas nuevas soluciones que estamos sacando al mercado. Por eso estoy convencido de que podemos ser un proveedor de soluciones nutricionales y digitales al mismo tiempo. Sin embargo, esta mentalidad también requiere crear asociaciones para colmar las lagunas de conocimiento. ¿Qué están haciendo otros (empresas no agrícolas) en torno a la aplicación de la IA y los datos? ¿Qué podemos aprender del campo humano en determinados temas como el microbioma, la alimentación funcional o la prevención de enfermedades? Ellos pueden aportar la tecnología; nosotros tenemos las personas y los conocimientos para trasladarla a las condiciones de la agricultura (incluidos todos los matices y variables que ello conlleva). Y también hay muchas universidades en todo el mundo que trabajan en el mismo reto ganadero que nosotros. Siempre hemos tenido grandes colaboraciones académicas, y esto es una parte importante de nuestra cultura de la innovación».

¿Es optimista sobre las perspectivas del mercado de proteínas animales?

«Es bastante interesante cómo está cambiando la narrativa en torno a las proteínas animales en la última década. Aunque muchos jóvenes no tienen relación directa con la agricultura ni conocen a ningún agricultor, el interés por la alimentación y la salud está en auge. Cada vez más personas consideran que las proteínas animales son una parte saludable de su alimentación diaria y están mejor informadas sobre las prácticas agrícolas y la procedencia de los alimentos. Creo que las asociaciones avícolas, lácteas y porcinas han hecho un excelente trabajo intentando cambiar la narrativa y educando al público sobre las prácticas agrícolas y los beneficios nutricionales de los productos animales. Y este es el caso concreto que vemos en los mercados en desarrollo. Creo en un mundo en el que todo el mundo pueda elegir por sí mismo, ya sea comer carne o ser vegetariano. Pero es bueno ver que la proteína animal está teniendo un pequeño renacimiento y empieza a salir con éxito de años de fuertes críticas. Por supuesto, todavía tenemos muchos retos que superar. Pero, en general, soy muy optimista sobre nuestro sector y el impulso para añadir más historias positivas (¡con datos!) a la narrativa. Y todo esto empieza por apostar por la innovación».

Autor: Emmy Koeleman