Varios grandes proveedores de semillas intentan influir en el mercado alimentario ruso y crear «un bombo artificial» para sus productos, según ha declarado la Alianza Nacional de Semillas de Rusia (NSA) en un llamamiento dirigido al gobierno ruso.
Las explotaciones agrícolas rusas se quejan de que un grupo de proveedores extranjeros de semillas de girasol, entre ellos Syngenta, Bayer y Nusid Ru, se niegan a cumplir sus obligaciones contractuales con los clientes rusos, y acusan a las autoridades federales rusas de imponer barreras al libre comercio.
Sin embargo, la NSA confía en que estas acciones no sean más que una «provocación con tintes económicos y políticos»
Igor Lobach, presidente de la NSA, comentó: «El hecho de que las empresas extranjeras interrumpan ahora el suministro de semillas en vísperas de la temporada de siembra es un intento de influir en las autoridades rusas a través de los agricultores y un intento de causar un revuelo artificial para subir aún más los precios de sus productos.»
Restricciones a la importación
El organismo de control veterinario ruso Rosselhoznadzor prohibió la importación a Rusia de semillas de girasol de Syngenta a partir del 1 de febrero, después de que una inspección rutinaria descubriera Phomopsis del girasol en algunas muestras de los productos entregados.
Dmitry Rylko, director general del Instituto Ruso de Estudios del Mercado Agrícola (IKAR), afirmó que la prohibición no debería afectar al mercado ruso, ya que, en general, la importación de semillas procedentes de EE.UU. era bastante reducida. Añadió que, a raíz de las sanciones occidentales, sólo un proveedor extranjero de semillas se retiró del mercado ruso, y no se observaron problemas con las semillas en Rusia.
En busca de la autosuficiencia
La NSA pidió a las autoridades que intensificaran los esfuerzos de sustitución de importaciones para proteger a la industria cerealista rusa de futuras turbulencias.
«En los últimos años, el Ministerio de Agricultura ha realizado un enorme trabajo para preparar a la agricultura para la sustitución de las importaciones, a pesar de los intentos de los productores extranjeros de semillas de dictar sus condiciones. Y la industria semillera rusa está preparada para sustituir por completo la selección extranjera en un plazo de dos años», declaró la NSA, añadiendo que algunos factores siguen limitando la sustitución de las importaciones, como la falta de concienciación entre los agricultores rusos sobre las alternativas nacionales de las semillas extranjeras.
Una petición de ayuda estatal
Con ayudas estatales adicionales, los agricultores rusos podrían ver cómo la cuota de semillas nacionales en la producción de girasol alcanza el 35% en 2023, frente al 25% del año anterior. En 2024, se prevé que esta cifra ascienda al 50%.
Los fabricantes rusos de semillas han estado instando al Ministerio de Agricultura a limitar las importaciones durante el último año. Sin embargo, la Unión Rusa de Cereales, la Unión de la Patata, la asociación de productores de material de siembra y varios otros sindicatos empresariales enviaron en 2022 una carta abierta al presidente ruso, Vladimir Putin, advirtiendo del daño que podría sufrir la agricultura rusa si se ponen en marcha las restricciones.