En la última década, la producción de proteínas animales utilizadas en piensos en Rusia creció casi un 50%, y es probable que esta tendencia continúe.
Se prevé que la producción rusa de proteína animal utilizada para piensos alcance entre 870.000 y 900.000 toneladas en 2023, lo que supondría entre un 7 y un 10% más que el año pasado, según explicó Lybov Savkina, director comercial de Feedlot, un think tank con sede en Moscú, durante la conferencia ProteinTek.
Casi la mitad de la producción rusa de proteínas animales se compone de harina de carne y huesos, mientras que la harina de pescado representa el 20%, la harina de carne el 13%, la harina de plumas el 12% y la harina de sangre el 2%, estimó.
En 2023, el crecimiento del sector estará asegurado principalmente por las harinas de sangre y de plumas. La producción de harina de pescado también está en alza y se espera que alcance entre 170.000 y 200.000 toneladas.
La industria rusa de piensos se beneficia de esta expansión de la capacidad a medida que la proteína animal se hace más asequible. Por ejemplo, el precio medio de la harina de carne y huesos en el país se situó en 52 rublos por kg (0,53 dólares), frente a los 57,6 rublos por kg (0,59 dólares) de 2022.
Los líderes del sector impulsan el crecimiento
Las mayores empresas cárnicas rusas han invertido mucho en la producción de proteínas animales en los últimos años, en un intento de gestionar mejor los residuos de producción.
«Hoy en día, las grandes empresas cárnicas dirigen talleres de transformación de despojos, huesos y sangre en una harina que se utiliza para fabricar piensos y alimentos para animales de compañía. Los 10 mayores fabricantes de harinas de carne y huesos de Rusia representan alrededor del 35% de la producción total del sector», calcula Savkina.
La harina de pescado se destina a la exportación
En 2022, Rusia exportó 160.000 toneladas de proteína para alimentación animal, de las cuales 156.000 toneladas eran harina de pescado, añadió Savkina. Casi el 89% de la capacidad rusa de harina de pescado se encuentra en el Lejano Oriente, a miles de kilómetros de la parte europea de Rusia, donde se concentra el consumo de piensos.
La harina de pescado la fabrican principalmente empresas pesqueras y se exporta a otros miembros de la Unión Económica Euroasiática, así como a Corea del Sur, China, Vietnam y Turquía.
Se prevé que la producción rusa de harina de pescado crezca en los próximos años, gracias al desarrollo de la industria piscícola en la parte europea del país y al llamado programa de cuotas de inversión en la industria pesquera, en virtud del cual el gobierno ruso distribuye cuotas de pesca a cambio de inversiones en nuevas capacidades.
El año pasado, Rusia también importó 27.000 toneladas de proteínas animales. Bielorrusia fue el principal proveedor, pero 11.000 toneladas de productos procedían de fuera de la región de la CEI, dijo Savkina, sin dar más detalles.
Las importaciones a Rusia consisten en carne y huesos y harina de pescado, añadió.