Proporcionar pequeñas porciones de larvas de mosca soldado negra (BSF) a las gallinas ponedoras asegura un efecto positivo en la calidad de los huevos de consumo, según demostró una investigación realizada por un grupo de científicos del Laboratorio Central Científico y Metodológico Veterinario del organismo veterinario ruso Rosselkhoznadzor
Cuando se añade a los piensos, la mosca soldado negra aumenta el peso medio de los huevos y el contenido de ácidos grasos poliinsaturados, al tiempo que disminuye los niveles de colesterol. Los resultados del estudio se publicaron en Sciences of Europe.
Las larvas de la FBS tienen un alto contenido en humedad, grasa y proteínas, con un perfil de aminoácidos adecuado para su inclusión en la alimentación animal. Varios estudios han constatado que es un ingrediente prometedor para los piensos de aves de corral y cerdos
Rosselkhoznadzor realizó un estudio en la granja avícola Tulskaya, en la región de Tula (Rusia), con gallinas del cruce Highsex Brown. Se añadieron larvas de BSF a la dieta en forma de concentrado proteico-lipídico. El aditivo alimentario tenía un contenido de proteína bruta del 60-70%, de grasa bruta del 15-25%, de fibra bruta del 7% al 10,5%, de humedad del 6-7% y de valor nutricional de 200 Kcal.
EL EXPERIMENTO
En el estudio participaron dos grupos experimentales y uno de control de gallinas ponedoras, todas ellas de 30 semanas de edad. Las aves del grupo de control recibieron una ración estándar de la granja, mientras que en el primer grupo experimental el aditivo alimentario representaba el 7,5% del alimento, y en el segundo el 10%.
Aumento del peso medio
«Descubrimos que el concentrado de proteínas-lípidos en las dietas de las gallinas ponedoras contribuyó a un aumento del peso medio de los huevos en el primer grupo experimental en 1,7 g (3,26%), y en el segundo grupo experimental – en 2,1 g (4,39%) en comparación con el control», dijo Evgenia Romanenko, autora del estudio
Mejora de la calidad de las proteínas
Los científicos indicaron también un aumento de la masa de la yema y la albúmina y una mejora de la calidad proteica. Además, se registró una disminución del índice de acidez de la yema en los huevos de las gallinas de los grupos experimentales.
«Como muestran los resultados de los estudios, las fluctuaciones en el nivel de ácidos grasos saturados y monoinsaturados entre los grupos experimentales no tuvieron valores significativos, mientras que el aumento de los ácidos grasos poliinsaturados en la yema de los huevos de los grupos experimentales resultó ser significativo», dice la publicación.
Los investigadores también registraron una disminución de los niveles de colesterol en los huevos de las gallinas de los grupos experimentales. Además, los autores indicaron «una clara tendencia a mejorar la composición lipídica de los huevos»
