A pesar de una serie de problemas en el sector ganadero belga, como la continua incertidumbre ante las nuevas y más estrictas restricciones sobre los nitratos, las desfavorables condiciones meteorológicas y la dificultad de los mercados, la producción de piensos en 2023 sólo descendió un 3% respecto al año anterior.
Los miembros de la Asociación Belga de Piensos produjeron unos 6,5 millones de toneladas, según informó la organización en su informe anual.
Mientras que la producción de piensos para bovinos sólo disminuyó un 0,2%, la de piensos para porcinos fue la que salió peor parada, con una caída del 7%. En cambio, los piensos para aves de corral registraron un aumento del 3% respecto a 2022, cuando Bélgica, al igual que otros países europeos, se vio afectada por varios brotes de gripe aviar.
Bélgica sigue siendo uno de los principales productores
Con estas cifras de producción, Bélgica sigue ocupando el 7º puesto en la lista de mayores países productores de piensos de la UE, señala la Asociación Belga de Piensos. El país exportó unos 1,3 millones de toneladas, la mayoría de las cuales se destinaron a Francia y los Países Bajos, mientras que las importaciones de piensos se situaron en 1,7 millones de toneladas.
«2023 fue un año de contradicciones», declaró Dirk van Thielen, Presidente dimisionario de la Asociación Belga de Piensos: «El sector se enfrentó a numerosos retos debido a los efectos de las diversas crisis mundiales, el aumento de los costes de producción, la creciente demanda de soluciones sostenibles para los piensos, el cambio climático y la política en materia de emisiones de nitratos y CO2. Para los agricultores ha sido un buen año, con precios buenos o incluso excelentes para los productos agrícolas. En algunos sectores, esto era muy necesario para compensar las pérdidas de años anteriores», añadió.
Sostenibilidad, medio ambiente y clima
Según el informe, los productores belgas de piensos no sólo se centran en la producción de piensos seguros y de alta calidad, sino también en la sostenibilidad, el medio ambiente y el clima. Para apoyar a sus miembros, la organización adoptó una serie de iniciativas, como un compromiso colectivo para reducir las emisiones de metano del ganado, así como un programa sectorial de seguimiento y reducción de la huella de CO2.
Además, la proporción de antibióticos añadidos a los piensos siguió disminuyendo y ahora es un 88 % inferior a la de 2011. Se ha puesto en marcha una nueva iniciativa para cartografiar y reducir el consumo de energía de los productores de piensos.
«Los problemas de los nitratos, las exigencias medioambientales y climáticas, el envejecimiento de la población en los sectores agrarios y la falta de una perspectiva clara de futuro contribuyen a la disminución del número de cabezas de ganado belgas. Esta tendencia a la baja es, como es lógico, visible también en la industria de piensos. No obstante, seguimos creyendo en un futuro positivo para nuestro sector», concluye la directora gerente, Katrien D’hooge.