Es posible que Rusia no dé luz verde a la prórroga del acuerdo sobre los cereales del Mar Negro más allá de julio, a menos que se tomen ciertas medidas para facilitar sus exportaciones de productos agrícolas básicos, según ha declarado una fuente cercana a las negociaciones al medio de noticias estatal ruso Tass.
Funcionarios del gobierno ruso y agentes del mercado han expresado repetidamente su descontento por las sanciones occidentales que obstaculizan las exportaciones agrícolas del país. El acuerdo sobre los cereales del Mar Negro debería haber contribuido a eliminar las principales restricciones, pero esto no ha sucedido todavía. Según la fuente, las autoridades rusas esperan que esto cambie antes de que expire el acuerdo recientemente renovado.
«Los exportadores rusos están experimentando dificultades para recibir pagos y con los seguros, mientras que el acceso de los barcos y cargamentos rusos a los puertos europeos es limitado, y Rosselkhozbank -el banco que presta servicios a las exportaciones agrícolas rusas- sigue desconectado del sistema internacional de pagos SWIFT», declaró a la prensa local Tatyana Litvinenko, responsable del servicio analítico ruso Zerno On-Line.
Superar el exceso de oferta
Las sanciones pesaron mucho sobre la industria agrícola rusa. Según Anatoly Tikhonov, director del Centro Ruso de Agronegocios Internacionales y Seguridad Alimentaria, el país tiene ahora unos 25 millones de toneladas de grano sin vender atascado en los almacenes.
«Yace como peso muerto en los almacenes de los productores y procesadores agrícolas debido a la falta de mercados de venta disponibles», declaró Tikhonov, quien añadió que el grano sin vender crea problemas a los productores agrícolas rusos: cuanto más permanece en los almacenes, más pierde calidad y precio.
«La agricultura [rusa] no se beneficia de la gran cosecha del año pasado. Porque los costes de recogida y almacenamiento se comen el capital circulante que podría utilizarse para mejorar el parque de maquinaria, atender los préstamos y recaudar nuevos fondos para la cosecha de este año», añadió.
Lista de exigencias de Rusia
Según Grigory Karasin, Presidente del Comité de Asuntos Internacionales del Consejo de la Federación, los requisitos clave que Rusia plantea para renovar el acuerdo sobre los cereales del Mar Negro la próxima vez son volver a conectar el Rosselkhozbank a la red SWIFT y relanzar el oleoducto de amoníaco Togliatti-Odesa. De momento, no hay avances visibles en ninguna de estas dos partes.
Antes del conflicto militar en Ucrania, Rusia solía exportar 4,4 millones de toneladas de amoníaco al año, el 20% del comercio marítimo mundial. El oleoducto Togliatti-Odessa, gran parte del cual pasaba por Ucrania, desempeñaba un papel crucial en la exportación.
Kiev consideraría la posibilidad de permitir el tránsito de amoníaco ruso por su territorio para su exportación a condición de que el recientemente renovado acuerdo sobre el grano del Mar Negro se amplíe para incluir más puertos ucranianos y una gama más amplia de productos básicos, dijo una fuente gubernamental a Reuters. Hasta ahora, sólo tres puertos ucranianos pueden exportar productos agrícolas en el marco del acuerdo sobre cereales del Mar Negro. Los funcionarios ucranianos han afirmado en repetidas ocasiones que querían que se ampliara la lista de puertos autorizados a participar en el acuerdo.