El aumento de las temperaturas y la falta de lluvia de este verano en toda Europa ha causado una caída estimada del 8% en la producción total de cereales de la UE.
En su último informe sobre las perspectivas a corto plazo de la Comisión Europea, se prevé que la producción total de cereales de la UE para 2018 se sitúe en torno a los 284,3 millones de toneladas, lo que representa un descenso del 5% en comparación con el año 2017/18 y del 8% en comparación con la media de los últimos cinco años.
Las condiciones de sequía han afectado más duramente a la producción de trigo, lo que ha provocado una disminución del 9% en comparación con 2017. El pronóstico de la producción de trigo se fija en 129 millones de toneladas para 2018. Como consecuencia de ello, los precios de los cereales han alcanzado en agosto niveles superiores a los del año pasado, con un aumento de los precios del trigo de 50 euros por tonelada y de la cebada de 60 euros por tonelada con respecto a los precios del año pasado.
Efecto en los sectores ganaderos
El sector lácteo también se vio afectado por la importante reducción del crecimiento de los pastizales y la producción de forraje. El aumento de la recogida de leche en la UE es menor de lo previsto, con una previsión de 166,6 millones de toneladas para 2018, lo que supone un incremento del 0,6% respecto de 2017.
En cuanto al sector de la carne, la producción de carne de vacuno está creciendo más de lo previsto debido a la reducción del rebaño de vacas nodrizas en la mayoría de los Estados miembros y a la escasez de forraje vinculada a la sequía, que hace que se adelante el sacrificio. Se prevé que la producción neta de carne de vacuno para 2018 sea de 8 millones de toneladas, lo que supone un 1,6% más que en 2017.
La producción avícola también está creciendo, y se espera que alcance los 14,9 millones de toneladas en 2018, en comparación con los 14,6 millones de toneladas de 2017. Este aumento está relacionado con la recuperación de la gripe aviar del año pasado, pero también con una disminución de las importaciones de Brasil, que mantiene altos los precios de la UE. En cuanto a la carne de cerdo, la amplia oferta está manteniendo los precios bajos.