El destete de los lechones es un acontecimiento estresante que conduce a una baja ingesta de alimento, comprometiendo su salud, rendimiento y bienestar. Sin embargo, los investigadores observaron mejoras en la ingesta voluntaria de alimento, la producción de leche y el aumento de peso de los lechones al suplementar las dietas de las cerdas lactantes con aditivos aromatizantes. Esta mejora dietética también redujo el catabolismo excesivo de los tejidos y el intervalo entre el celo y el destete.
La clave reside en la impronta sensorial, que vincula el sabor de la dieta de la cerda con la dieta del destete. Esto proporciona un sabor familiar a los lechones, fomentando el consumo temprano de alimento en el destete.
Un estudio reciente publicado en el Journal of Livestock Science en junio de 2023, realizado por investigadores de Brasil e Inglaterra, investigó el impacto de añadir sabores a la dieta de las cerdas durante la lactancia. También evaluaron el posible efecto de arrastre de la impronta sensorial en el rendimiento post-destete de los lechones que reciben el mismo sabor.
Aromas de frutos rojos y vainilla
En el estudio participaron 200 cerdas Landrace x Large White, que se dividieron en 2 lotes de 100 cerdas cada uno. Las cerdas fueron asignadas aleatoriamente a una dieta de control o a una dieta suplementada con un aromatizante comercial para piensos que contenía aldehídos, cetonas y ésteres. El suplemento aromatizante se formuló para conferir un sabor a frutos rojos y vainilla.
Durante todo el periodo de lactación, no se ofreció a los lechones pienso de fluencia. Al destete, 1.680 lechones (840 de cada tratamiento de cerdas) se asignaron a 4 grupos diferentes en función de su origen y dieta. Estos grupos fueron:
lechones de cerdas alimentadas con una dieta de iniciación de control;
lechones de cerdas alimentadas con la dieta de iniciación de control con sabor
lechones de cerdas alimentadas con sabores que recibieron la dieta de iniciación de control
lechones de cerdas alimentadas con sabor que recibieron la dieta de iniciación de control con sabor.
Los lechones fueron alimentados con estos tratamientos desde el destete hasta el séptimo día post-destete. La ingesta de pienso se calculó como la diferencia entre la ración de pienso y los rechazos recogidos a la mañana siguiente. Se pesó a las cerdas y se midió su grasa dorsal en momentos específicos. También se midieron la frecuencia respiratoria y la temperatura rectal de las cerdas. Se documentaron los registros de partos, como el número total de lechones nacidos, nacidos vivos, nacidos muertos y momias. Además, se registraron los pesos individuales de los lechones 24 horas después del parto y en el momento del destete para determinar los pesos al nacimiento y al destete de la camada, así como la ganancia diaria de peso durante la lactación. Al destete, se registró la ingesta total de alimento en lechones por corral y día. El día 7, se pesaron de nuevo los lechones para calcular la ganancia diaria y la conversión alimenticia durante este periodo.
Impacto positivo en la fase de lactancia
La introducción del aroma alimentario tuvo un impacto positivo en la fase de lactación. Estimuló los mecanismos de detección oronasal de las cerdas, lo que provocó un aumento de la ingesta voluntaria de alimento. Las cerdas que recibieron el aroma mostraron una mayor ganancia diaria de peso y, en consecuencia, una mayor producción diaria de leche en comparación con las cerdas alimentadas con el pienso de control. Además, la frecuencia respiratoria y la temperatura rectal de las cerdas alimentadas con el producto de control fueron inferiores a las de las alimentadas con el sabor.
Mayor ingesta voluntaria de alimento y ganancia media diaria de peso en lechones
Pasando a la fase de cría, los lechones de cerdas que recibieron el saborizante en su dieta y fueron expuestos posteriormente al mismo aditivo sensorial en la fase de cría mostraron una mayor ingesta voluntaria de alimento y una mayor ganancia media diaria de peso. También tuvieron un menor índice de conversión alimenticia durante la primera semana post-destete en comparación con los lechones que no fueron expuestos en ningún momento y los lechones que fueron expuestos al sabor sólo en la guardería.
Exposición previa a sabores
Los autores del estudio concluyeron que la exposición previa a sabores a través de la dieta de las cerdas reduce la neofobia. Ésta es la reticencia de los animales jóvenes a ingerir alimentos desconocidos. Esta exposición también anima a los lechones a consumir alimentos sólidos al destete, mejorando así su bienestar, salud y rendimiento. Estos resultados demuestran que los lechones pueden retener una memoria sensorial adquirida durante la fase de lactancia. Una posible causa es la transferencia de componentes del sabor a través de la leche o del contacto directo con el alimento de la cerda en el comedero.