La adsorción de micotoxinas es una estrategia ampliamente utilizada para contrarrestar las micotoxinas a nivel animal.
Después de la ingestión de alimentos contaminados, los aglutinantes de micotoxinas absorben las micotoxinas en el tracto gastrointestinal evitando la absorción y minimizando los efectos negativos. La adsorción de aflatoxinas es fácil debido a su estructura plana y polar. ¿Pero qué pasa con otras micotoxinas como la zearalenona, una micotoxina no polar?