Científicos de África Oriental han elaborado un atlas mundial de insectos comestibles que ofrece un análisis de la diversidad y los elementos comunes que puede contribuir a los sistemas alimentarios y la sostenibilidad, ya que el planeta se enfrenta a incertidumbres provocadas por el crecimiento demográfico y el aumento de la demanda de alimentos nutritivos.
Dado que las prácticas agrícolas tradicionales suponen una carga para la producción, los recursos naturales y los servicios ecosistémicos, sobre todo ante la escalada del cambio climático, los científicos creen que los insectos comestibles pueden desempeñar un papel vital en el sistema alimentario mundial.
El papel de los insectos comestibles en el sistema alimentario mundial
Dicen que los insectos comestibles, con su baja huella ambiental, alto índice de conversión alimentaria, rápido crecimiento y valores nutricionales, pueden desempeñar un papel vital en el sistema alimentario mundial.
Hasta ahora, persisten importantes lagunas de conocimiento sobre su diversidad, distribución mundial y características compartidas en las distintas regiones, lo que puede poner en peligro la ampliación y el acceso efectivos a los insectos comestibles.
Base de datos de insectos comestibles
Esto llevó a los científicos del Centro Internacional de Fisiología y Ecología de los Insectos de Nairobi (Kenia), el Departamento de Zoología y Entomología de la Universidad de Pretoria (Sudáfrica) y la Facultad de Ciencias y Educación de la Universidad de Busitema de Torono (Uganda) a recopilar y analizar la fragmentada base de datos sobre insectos comestibles. También identificaron posibles factores que dilucidan el consumo mundial de insectos, centrándose en la promoción de un sistema alimentario sostenible.
Recopilaron datos de varias fuentes, entre ellas la bibliografía para obtener una lista de especies de insectos comestibles, el Global Biodiversity Information Facility e iNaturalist para la presencia geográfica de insectos comestibles; la biblioteca Copernicus Land Service para la cubierta terrestre mundial, y FAOSTAT para los parámetros de población, renta y seguridad nutricional. Posteriormente, realizaron una serie de análisis a escala nacional, regional y continental.
Resultados
El estudio identificó un total de 2.205 especies de insectos consumidas en 128 naciones. Las cifras de mayor número de especies de insectos consumidas correspondieron a Asia (932), Norteamérica -principalmente México- y África.
También reveló algunas prácticas comunes y específicas relacionadas con el acceso a los insectos comestibles y su utilización en los distintos países y regiones. Aunque el consumo de insectos suele estar arraigado en prácticas culturales, muestra correlaciones con la ocupación del suelo, la presencia geográfica de insectos potencialmente comestibles, el tamaño de la población de un país y los niveles de renta. Los habitantes de África, Asia y América Latina comen insectos porque forman parte de su cultura, mientras que en Europa la mayor concienciación y la necesidad de sostenibilidad alimentaria son las fuerzas que impulsan a evaluar el consumo de insectos.
El estudio concluye que los insectos comestibles se están convirtiendo en una parte cada vez más importante del futuro de los sistemas alimentarios planetarios y que se requieren esfuerzos más proactivos para promoverlos por su contribución efectiva al logro de una producción sostenible de alimentos.
El estudio se publica en la revista Scientific Reports – The global atlas of edible insects: analysis of diversity and commonality contributing to food systems and sustainability (nature.com)