Recientemente se realizó un estudio para determinar el efecto de complementar la dieta de las vacas lecheras con varios niveles de un producto de algas con alto contenido de ácido graso de cadena larga, el ácido docosahexaenoico (DHA).
El objetivo de este estudio del Instituto de Agroalimentación y Biociencias (AFBI) de Irlanda del Norte, es aumentar el contenido de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 de cadena larga en la leche y los productos lácteos con aplicaciones tanto a nivel de granja como de fábrica. El aumento del consumo de estos ácidos grasos puede tener una serie de beneficios para la salud que pueden ayudar con la presión arterial, el asma, la artritis, la diabetes y otras condiciones crónicas.
Resultados de la inclusión del suplemento de algas
Este ensayo ofreció a las vacas lecheras un suplemento de 0, 75, 150 o 225 g por vaca y día, junto con 10 kg de concentrado y ensilado de hierba. Se recogieron muestras de leche semanalmente para el análisis de los ácidos grasos, grasa de la leche, proteínas y lactosa con los rendimientos de la leche registrados diariamente. Los niveles de DHA en la leche aumentaron sustancialmente con la inclusión del suplemento de algas, de 0,18 mg de DHA/g de grasa de leche en la leche de las vacas a las que se ofreció la dieta de control (suplemento cero de algas) a 3,26 mg de DHA/g de grasa de leche en la leche de las vacas a las que se ofreció 225g/día de suplemento de algas.
La producción de leche no se vio afectada por los tratamientos dietéticos, pero las concentraciones de grasa y proteína de la leche se redujeron con el aumento de los niveles de suplementos de algas. La concentración de grasa de la leche disminuyó del 4,11% en la leche de control al 3,01% en la leche de las vacas a las que se les ofreció un suplemento de algas de 225 g/vaca/día, mientras que la concentración de proteínas de la leche disminuyó del 3,22% en la leche de control al 3,03% en la leche de las vacas a las que se les ofreció un suplemento de algas de 225 g/vaca/día.
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La leche enriquecida con omega-3 se procesó posteriormente en un yogur de alto contenido graso de estilo griego enriquecido con omega-3, sin que se produjeran efectos adversos en las características de procesamiento del yogur ni en la seguridad microbiana y sin que hubiera pruebas de oxidación durante un período de almacenamiento de tres semanas en 4⁰C. La evaluación sensorial no encontró ninguna diferencia entre el yogur de control y el yogur de omega-3 en cada uno de los 2 días de producción, por lo que el producto enriquecido con omega-3 sabía tan bien como el producto de control.
