Las nuevas normas rusas de localización preocupan al sector de las semillas

La asociación europea de fabricantes de semillas Euroseeds envió una carta al Primer Ministro ruso, Alexey Mishustin, advirtiéndole de los riesgos que entrañan para las operaciones locales las normas rusas de localización, cuya entrada en vigor en el país está prevista para el 1 de septiembre.

Según las nuevas normas, los fabricantes extranjeros deben crear una empresa conjunta con un operador local del mercado para seguir trabajando en Rusia, en la que la participación de empresas no rusas debe limitarse al 49%. Además, las empresas extranjeras deben cumplir estrictas normas de localización, invirtiendo en I+D, producción y comercialización en suelo ruso. El gobierno ruso alegó que el sistema es necesario para reforzar la seguridad alimentaria rusa.

Los negocios en Rusia, amenazados

Euroseeds afirmó que sus miembros «llevan décadas comprometidos con el mercado ruso», invirtiendo en investigación, producción, perfeccionamiento, comercialización y desarrollo de las condiciones de suministro, lo que ha «contribuido a la seguridad alimentaria» Las normas de localización también amenazan el negocio de los miembros en Rusia, entre otras cosas por la falta de garantías para el respeto de los derechos de los obtentores y las restricciones a la circulación de semillas.

Sin riesgos de déficit de semillas

No hay riesgo de déficit de semillas en el mercado ruso, declaró el Ministerio de Agricultura ruso en respuesta a la carta. Muchas grandes empresas extranjeras ya han expresado su disposición a trabajar según las nuevas normas, añadió el Ministerio. Según la doctrina rusa de seguridad alimentaria, Rusia prevé que la proporción de semillas localizadas en la agricultura crezca hasta el 75% en 2030.

No entiendo muy bien cómo las autoridades quieren obligar a las empresas occidentales a aterrizar en Rusia

Evgeny Ivanov, experto principal del Instituto ruso de estudios de mercados agrícolas IKAR

Enfoque cuestionable

El propio deseo de localizar la producción de semillas en Rusia es bastante natural, declaró Alexander Korbut, ex vicepresidente de la Unión Rusa de Cereales, a la publicación rusa Agroinvestor, añadiendo que no todos los requisitos que las autoridades planean introducir tienen sentido.

«En primer lugar, se trata de las empresas conjuntas en las que el que aporta esencialmente nuevos logros y tecnologías de cría se encuentra en una posición dependiente. Naturalmente, a nadie le gustará, y esto puede tener consecuencias negativas», dijo Korbut. Además, el plan de localización propuesto podría perjudicar el entorno competitivo.

La era de la confrontación geopolítica

Evgeny Ivanov, experto principal del Instituto Ruso de Estudios del Mercado Agrícola IKAR, también afirmó que si el Gobierno ejerce demasiada presión en la tarea, corre el riesgo de desencadenar una escasez de semillas eficaces en el mercado, en primer lugar, de remolacha azucarera, girasol, colza, maíz y la mayoría de las hortalizas.

«Si las empresas europeas no han hecho prácticamente nada en Rusia durante 30 años, ¿quién dice que vayan a hacerlo en los próximos meses y años? Sobre todo en la era de los enfrentamientos geopolíticos. No entiendo muy bien cómo las autoridades quieren obligar a las empresas occidentales a desembarcar en Rusia», añadió Ivanov.