A nivel mundial, la productividad agrícola tendrá que mejorar aproximadamente un 30% en la próxima década para alimentar al mundo y mantenerse en el camino hacia la consecución de los objetivos climáticos acordados internacionalmente. Esto significa que tendremos que aprovechar una gran cantidad de innovación tecnológica para responder a los crecientes llamamientos de muchas partes para hacer más sostenibles nuestros sistemas alimentarios. Incluso en el contexto actual de altos costes de los piensos, es importante seguir centrándose en la eficiencia y la sostenibilidad. Se prevé que las emisiones directas de gases de efecto invernadero procedentes de la agricultura aumenten un 6% en la próxima década, y que la ganadería represente el 90% de este aumento previsto, según las últimas Perspectivas Agrícolas de la OCDE y la FAO.
El lado positivo es que, como sector, estamos haciendo muchas cosas bien. Podríamos obtener beneficios significativos si extendiéramos las mejores prácticas de los sistemas agrícolas más eficientes al resto. Aplicar las prácticas del decil superior de productores con las menores emisiones de GEI manteniendo una producción constante reduciría la huella de los rumiantes en un 37-41%, la de los cerdos en un 24% y la de las aves en un 17%, según la FAO

Tema principal entre las partes interesadas

Los consumidores, los reguladores, los inversores y otras partes interesadas se fijan cada vez más en el impacto medioambiental de la ganadería. Esperan ver mejoras reales y creíbles en materia de sostenibilidad por parte de los productores de piensos y proteínas animales. Afortunadamente, esto coincide con nuevas oportunidades y tendencias de mercado que los minoristas y las empresas agroalimentarias reconocen cada vez más; en concreto, la tendencia observada en el mercado de bienes de consumo envasados de Estados Unidos, en el que los productos comercializados de forma sostenible representaron la mayor parte del crecimiento del mercado, al tiempo que obtuvieron importantes primas de precio con respecto a los productos comercializados de forma convencional

El papel de los piensos en la sostenibilidad y la eficiencia

Los piensos desempeñan un papel único y significativo en la ganadería y la sostenibilidad. Los piensos suelen representar entre el 50 y el 70% de los costes de un productor y son responsables de hasta el 80% de las emisiones del ganado. Una utilización más eficiente de los piensos contribuye a aumentar la rentabilidad de los productores y a reducir la huella medioambiental de la ganadería. Para subrayar aún más la importancia de la nutrición en la proteína sostenible, considere que un cerdo sólo retiene alrededor del 50% del nitrógeno que usted le da de comer, y el resto va a parar al estiércol, parte del cual se desprende en forma de óxido nitroso, un potente gas de efecto invernadero.

Medir y gestionar

Es un tópico afirmar que no se puede gestionar lo que no se mide. La comprensión de la huella ambiental de la proteína animal, que es clave para construir sistemas alimentarios sostenibles, abarca las materias primas de los piensos, la producción de los mismos, su uso, la eliminación del estiércol y la productividad de los animales.
Una medición de referencia puede ser de gran valor como diagnóstico empresarial para detectar los puntos conflictivos de la huella y, por ejemplo, dónde las ganancias de productividad tendrían mayor impacto y se alcanzarían más fácilmente. La identificación y aplicación de medidas de mejora de la eficiencia beneficiará directamente a la cuenta de resultados de la explotación y al bienestar del planeta. Para lograr un aumento de la productividad y desbloquear las oportunidades de mercado asociadas a la sostenibilidad, los productores de piensos y proteínas animales deben hacerse cargo de sus propios datos. Esto debe estar respaldado por metodologías de cálculo de la Evaluación del Ciclo de Vida sólidas y creíbles que permitan a la cadena de valor ser reconocida y compensada por los logros en materia de sostenibilidad

Claves para reducir la huella ambiental

La medición es el punto de partida que permite a los productores comprender su impacto medioambiental, no sólo en lo que respecta al carbono, sino también a otras emisiones como el nitrógeno, el uso del agua, la biodiversidad, el uso de la tierra, etc.
El trabajo de análisis y huella ambiental que hemos realizado con grandes integradores ha demostrado sistemáticamente que se pueden lograr reducciones significativas de la huella ambiental a través de 3 palancas clave:
1. Ganancias de productividad relacionadas con la mejora del rendimiento de la vida animal, la reducción de la mortalidad, la pérdida de alimentos y los residuos.
2. Mejora de la utilización de nutrientes y uso de materias primas alternativas de menor huella.
3. Reducción de la producción de metano entérico a través de la ciencia nutricional más reciente y de los aditivos para piensos para una reducción rápida y eficaz de los gases de efecto invernadero.
Los aditivos para piensos, los datos precisos y la ciencia nutricional son fundamentales para realizar mejoras y desbloquear el valor de la sostenibilidad de la proteína animal.
En una publicación reciente realizada con la FAO, LEAP y DSM, se aplicaron estrategias de intervención funcional y de micronutrientes en especies de ganado terrestre basadas en sistemas de producción de tipo europeo occidental altamente optimizados que utilizan ingredientes típicos de piensos.
Se demostró que la combinación de la nutrición con micronutrientes y la nutrición funcional conducía a reducciones significativas de las emisiones de gases de efecto invernadero, la eutrofización y los inorgánicos respiratorios relacionados con la producción de amoníaco en pollos de engorde, cerdos de engorde y vacas lecheras.
El estudio respalda la relación entre la productividad en términos de mejora de la FCR/rendimiento y la reducción de la huella ambiental, al tiempo que destaca los beneficios de mejorar el rendimiento de los animales de granja durante toda su vida.

Conclusión

Para afrontar los retos de las emisiones de gases de efecto invernadero y la sostenibilidad de nuestros sistemas alimentarios, debemos reducir la huella medioambiental de los huevos, el pescado, la carne y los lácteos que forman parte de la dieta equilibrada de miles de millones de personas cada día.
Los productores tendrán que aprovechar un conjunto completo de herramientas que abarcan los micronutrientes de alta calidad, las enzimas para piensos, los eubióticos y la huella ambiental para aplicar un enfoque de nutrición funcional y captar con precisión las ganancias de sostenibilidad y productividad que pueden desbloquear las oportunidades de mercado en torno a la proteína animal sostenible.