Los 5 nutrientes más necesarios en la alimentación del perro en cada fase de su vida

Un alimento completo y equilibrado para perros se compone de proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales. Es esencial comprender la función de cada nutriente y la cantidad necesaria para un perro sano en todas las etapas de su vida.

La tenencia de mascotas ha aumentado significativamente en las últimas 3 décadas. En 2024, aproximadamente el 70% de los hogares estadounidenses tendrán al menos un animal de compañía, lo que supondrá más de 163,4 millones de mascotas, incluidos 77,8 millones de perros. Debido al creciente número de perros en los hogares, la industria de alimentos para mascotas se está desarrollando de forma dinámica. Hoy en día, muchos perros son considerados miembros de la familia, y se les alimenta y cuida con el objetivo de mejorar su salud, bienestar, longevidad y calidad de vida. En este artículo se analizan los 5 nutrientes principales de un alimento equilibrado para perros.

1. Proteínas

Las proteínas de los alimentos para perros son esenciales para la formación y el mantenimiento de cartílagos, tendones, músculos, piel, pelo, uñas, sangre y ligamentos. Los aminoácidos esenciales no pueden sintetizarse en el organismo del perro y deben suministrarse en la dieta. Los aminoácidos esenciales proporcionan los componentes básicos de diversos compuestos biológicamente activos y proteínas, y donan las cadenas de carbono necesarias para producir glucosa como fuente de energía. Las proteínas de alta calidad contienen un equilibrio adecuado de todos los aminoácidos esenciales. Las proteínas de origen animal son las que contienen mayores cantidades de aminoácidos esenciales. Las proteínas de origen vegetal tienen una digestibilidad más baja, ya que los perros no pueden digerir fácilmente la fibra vegetal. La calidad de las proteínas se define como la cantidad de la fuente proteica convertida en aminoácidos esenciales y utilizada por el organismo, y depende de la fuente proteica, el número de aminoácidos del alimento y la disponibilidad. Las necesidades mínimas de proteínas alimentarias son del 18% de materia seca para un perro en crecimiento y del 8% de materia seca para un perro adulto.

2. Grasas

Las grasas alimentarias proceden principalmente de las grasas animales y de los aceites de semillas de diversas plantas y constituyen la forma más concentrada de energía en los alimentos para animales de compañía. Las grasas aportan ácidos grasos esenciales que el organismo no puede sintetizar. Los ácidos grasos esenciales son necesarios para mantener una piel y un pelaje sanos y sirven como portadores de importantes vitaminas liposolubles.

Además, la grasa aumenta el sabor y la textura de la comida para perros. Los ácidos grasos omega-3 y omega-6 son 2 importantes ácidos grasos poliinsaturados. Las dietas ricas en grasa aumentan el riesgo de obesidad y requieren un aumento de la suplementación con vitamina E para la protección antioxidante. Las necesidades de grasa para la absorción de vitaminas liposolubles son del 1% al 2% del alimento.

3. Carbohidratos

Los carbohidratos son la principal fuente de fibra dietética de los alimentos para perros, y aportan energía en forma de glucosa. Las fibras son una forma de carbohidrato que mantiene la salud y la función intestinal, y la fibra dietética total se compone de fibras solubles que proceden de frutas, semillas y plantas, y de fibras insolubles que proceden de los cereales. Los carbohidratos de los alimentos para perros suelen incluir cebada, avena, arroz integral, trigo integral, maíz integral, patata, mijo y gluten. Los alimentos secos para perros suelen contener entre un 30 y un 60% de carbohidratos, la mayoría de ellos almidón; sin embargo, no existe una cantidad específica de carbohidratos necesaria para los perros.

4. Vitaminas

Las vitaminas desempeñan diversas funciones en el organismo del perro, entre ellas:

  • Síntesis del ADN,

  • Desarrollo óseo,

  • Coagulación sanguínea,

  • Función neurológica.

Vitamina A

La vitamina A es esencial para la visión normal, el crecimiento, la reproducción, la función inmunitaria y una piel sana. La carencia de vitamina A provoca deficiencias motoras y visuales, lesiones cutáneas, afecciones respiratorias y una mayor propensión a las infecciones.

Vitamina D

La vitamina D ayuda al intestino en la absorción y retiene el calcio y el fósforo en los huesos. La carencia de vitamina D provoca raquitismo, aumento del tamaño de las articulaciones y osteoporosis.

Vitamina E

La vitamina E actúa como antioxidante en el organismo. La carencia de vitamina E provoca la degradación del músculo esquelético, fallos reproductivos y degeneración de la retina.

Vitamina K

La vitamina K interviene en la coagulación de la sangre y el desarrollo óseo, y su carencia provoca tiempos de coagulación prolongados y hemorragias.

Vitamina B

La vitamina B1 interviene en muchas reacciones enzimáticas del organismo y ayuda al sistema nervioso, y su carencia provoca lesiones cerebrales, anomalías neurológicas, daños cardiacos y la muerte. La vitamina B6 interviene en el metabolismo de los aminoácidos y su carencia compromete la función cardiovascular.

La vitamina B3 interviene en muchas reacciones enzimáticas y fisiológicas, y su carencia provoca un menor consumo de alimento, diarrea, daños en los tejidos blandos y la muerte.

La vitamina B9 interviene en la síntesis del ADN y su carencia provoca un menor consumo de alimento y aumento de peso, una disminución de la función inmunitaria y problemas sanguíneos.

5. Minerales

Los minerales se clasifican en macrominerales y oligoelementos, y participan en el funcionamiento y la estructura del organismo.

Los alimentos para perros deben contener más de 100 mg/Mcal de macrominerales, como calcio, fósforo, magnesio, potasio, sodio y cloruro. El calcio y el fósforo son cruciales para unos huesos y dientes fuertes. El magnesio, el potasio, el sodio y el cloruro son esenciales para la transmisión del impulso nervioso, la contracción muscular y la señalización celular.

Los oligoelementos, como el hierro, el cobre, el zinc, el manganeso, el selenio y el yodo, son necesarios en cantidades inferiores a 100 mg/Mcal. El hierro interviene en el transporte de oxígeno por todo el organismo, el cobre y el zinc participan en la formación y acción de distintas enzimas, el magnesio es esencial para el metabolismo de los hidratos de carbono, el selenio desempeña un papel en la función del sistema inmunitario y el yodo regula la función tiroidea.

* Se pueden solicitar referencias.