Las señales de alarma para la soja estaban presentes a principios de esta semana. Los precios se vieron presionados por varios factores. Los precios de la colza cayeron junto con ella.
Relaciones entre Estados Unidos y China
El apoyo del presidente estadounidense Joe Biden a Taiwán está alimentando nuevas tensiones en las relaciones entre Estados Unidos y China. Y como China es normalmente un importante comprador de soja estadounidense, esto se tradujo directamente en una presión sobre los precios. Además, una próspera siembra de soja en EE.UU. hace que las expectativas de cosecha sean más optimistas.
Indonesia levanta la prohibición de exportar aceite de palma
Además, Indonesia ha levantado la prohibición de exportar aceite de palma. Hay que tener en cuenta que las exportaciones sólo serán posibles si se prevé el mercado interno y hay que contrarrestar las subidas de precios, pero se supone que, no obstante, esto llevará a una relajación del mercado de aceites vegetales.
En el mercado de futuros de Chicago, el precio de la soja bajó el lunes 23 de mayo a unos 580 euros por tonelada. Un dólar ligeramente más débil contribuye a reducir los precios en euros.
La lluvia retrasa la siembra de la colza
El precio de la colza ya cayó bruscamente a mediados de la semana pasada. La lluvia en Canadá está frenando la siembra de colza, pero por otro lado, la lluvia podría ser beneficiosa para el potencial de rendimiento a largo plazo. Esto último fue lo que más pesó y, como resultado, los precios de la colza en Canadá y en el mercado de futuros de París cayeron. La cotización bajó de 880 euros por tonelada a 820 euros por tonelada en los últimos días. El martes 24 de mayo, el mercado se recuperó un poco y los precios en París volvieron a subir hacia los 830 euros por tonelada.
Los agricultores alemanes están descontentos
Los agricultores alemanes están un poco agraviados por los precios actuales. Según la asociación alemana de comerciantes Bundesverband Agrarhandel, sus miembros quieren que los agricultores mantengan los precios acordados anteriormente. Y se trata de precios que rondan los 550 euros por tonelada. Según la asociación, más de la mitad de la cosecha de 2022 ya se ha contratado por adelantado. El aumento de los costes energéticos y de transporte como consecuencia de la guerra en Ucrania afecta a todos y no da derecho a ninguna parte contratante a no tener que seguir cumpliendo los acuerdos alcanzados, subraya Bundesverband Agrarhandel.