Micotoxinas en los alimentos para animales de compañía

Dado que los granos de cereales y los frutos secos son algunos de los principales ingredientes de los alimentos comerciales para mascotas, se deduce que los animales de compañía, como perros y gatos, están expuestos con frecuencia a los efectos de las micotoxinas. En este artículo se analiza el impacto de las principales micotoxinas en los animales de compañía y las estrategias preventivas.

Las micotoxinas son metabolitos fúngicos secundarios de bajo peso molecular, estructuras químicas diversas y propiedades biológicas que provocan alteraciones patológicas en los animales de compañía. Causan unas pérdidas anuales de 5.000 millones de dólares en Estados Unidos y Canadá debido a su impacto en la salud humana y de los animales de compañía, así como en el comercio nacional e internacional.

Aflatoxinas

Las aflatoxinas son producidas por Aspergillus parasiticus y Aspergillus flavus como contaminantes fúngicos comunes de los frutos secos. Las formas naturales de aflatoxina, incluidas B1, B2, G1 y G2, son hepatogénicas y carcinogénicas.

  • Afecta: La aflatoxina en el perro provoca vómitos, depresión, polidipsia, poliuria, hepatitis, anorexia, letargo, ictericia, coagulación intravascular diseminada e incluso la muerte. Los animales de compañía presentan distintas sensibilidades a la aflatoxina B1, siendo los conejos, visones, gatos, perros y cobayas más sensibles que los ratones o hámsters. Las aves silvestres que consumen maíz, frutos secos y semillas también pueden sufrir intoxicación por aflatoxinas.

Ocratoxinas

Las ocratoxinas son formadas por numerosas especies de Aspergillus y Penicillium, entre ellas Aspergillus ochraceus y Penicillium verrucosum, principalmente en los granos de cereales. Existen 4 homólogos de la ocratoxina: A, B, C y D, siendo la ocratoxina A la más prevalente y las ocratoxinas A y C las más tóxicas.

  • Afecta: La ocratoxina A provoca un ataque electrofílico al ADN, se acumula en los riñones debido al elevado flujo sanguíneo y a la recaptación tubular, e interfiere con las vías de transducción de señales en las células renales provocando cambios en la función renal. En los perros, la ocratoxina provoca daños renales graves, anorexia, vómitos, pérdida de peso, tenesmo, hemorragia intestinal, amigdalitis, deshidratación y postración.

Micotoxinas de fusarium

Las micotoxinas de Fusarium, incluidos los tricotecenos, la zearalenona y las fumonisinas, constituyen un grupo de compuestos química y biológicamente diversos que revisten especial importancia para la salud de los animales de compañía en todo el mundo. Los tricotecenos, como el deoxinivalenol, el diacetoxiscirpenol y la toxina T-2, son producidos por Fusarium graminearum, Fusarium sporotrichioides y Stachybotrys chartarum. La zearalenona es producida por Fusarium graminearum, Fusarium avenaceum y Fusarium nivale, y la fumonisina y el ácido fusárico son producidos por diversas especies de Fusarium. Los cereales que componen los alimentos para animales de compañía, como el maíz, el trigo y la cebada, contienen micotoxinas de Fusarium.

Afecta:

  • Los tricotecenos provocan vómitos, rechazo del alimento, irritación gastrointestinal e inmunosupresión en perros y gatos.

  • La zearalenona es una micotoxina estrogénica que produce cambios patológicos en el sistema reproductor canino.

  • La fumonisina provoca cáncer de hígado y riñón en roedores, y el ácido fusárico causa disminución del apetito, vómitos, supresión del aumento de peso e hipotensión en perros jóvenes.

Micotoxinas tremógenas

Las micotoxinas tremógenas son producidas por Penicillium, Aspergillus y Claviceps en la carne, los cereales, los frutos secos, el queso, los huevos, las frutas y los alimentos procesados/refrigerados durante su deterioro.

  • Afecta: La mayoría de las micotoxinas tremógenas son alcaloides indólicos neurotóxicos que provocan salivación leve, vómitos, ataxia y temblores musculares en los perros.

Estrategias preventivas

Las micotoxinas son compuestos química y térmicamente estables, por lo que la mayoría de las estrategias preventivas se centran en eliminar la contaminación en una fase temprana del procesado sin comprometer la calidad nutricional.

Existen 3 técnicas principales de procesamiento para reducir el contenido de micotoxinas de los cereales:

  1. Tamizado del grano: Reduce las micotoxinas en un 67-83% y los métodos de lavado eliminan las micotoxinas que se encuentran principalmente en la superficie exterior de los granos, como el deoxinivalenol y la zearalenona.

  2. Lavado: Sin embargo, tras el lavado, los granos de cereal húmedos necesitan secarse, lo que supone un coste adicional para los fabricantes de piensos.

  3. Perlado: Puede utilizarse para eliminar el contenido de deoxinivalenol de la cebada sin mojar el cereal y el procedimiento de descascarillado físico se utiliza para reducir el contenido de aflatoxinas del maíz.

Métodos de prevención

  • La separación de los granos agrietados, dañados y mal desarrollados reduce significativamente el contenido de micotoxinas de los granos de cereales.

  • La ozonización es otro método desintoxicante para descomponer la aflatoxina B1 y los tricotecenos.

  • Los inhibidores de mohos a base de ácidos, incluidos los ácidos benzoico, acético, sórbico y propiónico, se utilizan para prevenir la formación de micotoxinas en los piensos para animales de compañía mediante la acidificación del contenido citoplasmático de las células fúngicas.

  • Además, la compra de piensos de alta calidad y la manipulación adecuada del grano para evitar daños en el grano reducen la formación de micotoxinas.

  • Además, la aplicación de microorganismos capaces de detoxificar las micotoxinas antes de su absorción en metabolitos no tóxicos en los alimentos para animales de compañía previene la micotoxicosis. Por ejemplo, una cepa de bacterias (BBSH 797) desactiva los tricotecenos reduciendo los anillos de epóxido y Trichosporon mycotoxinovorans, una nueva cepa de levadura, degrada la ocratoxina A y la zearalenona.

Conclusiones

Las micotoxinas tienen diversos efectos patológicos en los animales de compañía que causan problemas sanitarios, de bienestar y económicos. Es necesario seguir investigando para desarrollar procesos de descontaminación más eficaces que protejan a los animales de compañía de los efectos nocivos de las micotoxinas presentes en los alimentos para mascotas.