Navegar hacia la sostenibilidad en la producción lechera

En la búsqueda de una producción láctea sostenible, cada paso en la granja -desde el campo hasta la alimentación- presenta una oportunidad para desafiar las convenciones y adoptar la innovación. Al cuestionar las prácticas tradicionales y adoptar enfoques holísticos que den prioridad a la protección del medio ambiente sin perder de vista la rentabilidad, los productores pueden cultivar un futuro más resistente y sostenible para la producción lechera. Desde la conservación de la salud del suelo hasta la optimización de la eficiencia alimentaria, la sostenibilidad es más que un objetivo: es un viaje hacia un mañana más brillante y sostenible.

En el panorama actual de la agricultura, la sostenibilidad ha pasado de ser una mera palabra de moda a un marco fundamental que guía las operaciones desde el nivel básico de la preparación del suelo hasta la culminación de la producción lechera. La expresión «de la granja a la mesa» engloba una serie de pasos importantes: preparación del suelo, siembra, fertilización, protección de los cultivos, cosecha, ensilado, almacenamiento, alimentación y, en última instancia, rendimiento de las vacas lecheras. Cada paso está interrelacionado y tiene potencial para una revisión significativa de la sostenibilidad.

Preparación del suelo

El relato de la producción láctea sostenible comienza con la tierra que hay bajo nuestros pies: el suelo. Las prácticas tradicionales de labranza llevan mucho tiempo siendo objeto de escrutinio por su impacto en la salud del suelo y la biodiversidad. ¿Una alternativa sostenible? Las prácticas de labranza de conservación. Estos métodos minimizan la alteración del suelo, preservan la materia orgánica y fomentan un ecosistema robusto bajo la superficie.

Plantar

La elección de los cultivos y sus consiguientes estrategias de plantación desempeñan un papel fundamental. Las rotaciones de cultivos no sólo mejoran la salud del suelo, sino que también reducen la dependencia de los insumos químicos. La incorporación de leguminosas, por ejemplo, puede aumentar de forma natural los niveles de nitrógeno del suelo, reduciendo la necesidad de fertilizantes sintéticos.

Fertilización

La fertilización, un paso fundamental para garantizar el vigor de los cultivos, necesita una reevaluación. ¿El giro sostenible? Las tecnologías de agricultura de precisión, que miden meticulosamente los nutrientes teniendo en cuenta la variabilidad del suelo en todos los campos, garantizan que los nutrientes se apliquen en la cantidad, el momento y el lugar adecuados, mitigando así el impacto ambiental.

Protección de cultivos

En la protección de cultivos, el cambio sostenible se aleja de la fuerte dependencia de los pesticidas químicos. Las estrategias de gestión integrada de plagas, que incluyen métodos de control biológico, manipulación del hábitat y uso de variedades de cultivos resistentes, ofrecen un enfoque holístico.

Cosecha

La fase de cosecha es fundamental, y su sostenibilidad radica en minimizar los residuos y optimizar el uso de los recursos, asegurándose de que la mayor cantidad posible de forraje producido llega de forma segura a la tolva de ensilado. El marchitamiento del forraje en el campo es una vía hacia la fermentación directa, pero también reduce el combustible gastado en el transporte. Aunque el aumento de la escala de las explotaciones lecheras es un factor importante para garantizar la rentabilidad, un buen consejo para asegurar un buen equilibrio entre rendimiento, calidad y mínimo desperdicio es decirle al personal de la picadora que vaya un poco más despacio En la mayoría de las picadoras de forraje modernas, los sensores registran sobre la marcha la materia seca cosechada (como se ilustra en la figura 1). Esto, a su vez, puede utilizarse para planificar la aplicación de fertilizantes o el control puntual de las malas hierbas.

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Ensilaje y almacenamiento

El proceso de fermentación durante el ensilado suele dejarse en manos de la naturaleza y, como ocurre con el vino de fermentación natural, a veces se obtienen resultados excepcionales. Sin embargo, tanto desde el punto de vista de la sostenibilidad como de la rentabilidad, no podemos confiar en el «a veces». Tenemos que controlar todo el proceso de ensilado.

Cuando la conservación del ensilado se deja en manos de la fermentación espontánea, las posibilidades de hacerlo bien se reducen considerablemente. Y recuerde que, sea cual sea la calidad obtenida durante el ensilado, tendrá que lidiar con ella durante toda una temporada de alimentación. Por eso, los asesores recomiendan el uso de un inoculante de ensilado de eficacia probada, como SiloSolve FC, que garantiza rápidamente el almacenamiento anaeróbico con su tecnología Oxycap y dirige la fermentación, así como un ensilado estable durante la alimentación.

Alimentar

La optimización de las raciones alimentarias para satisfacer las necesidades nutricionales de las vacas lecheras sin excesos comienza con la calidad adecuada del ensilado, que debe conservarse bien y mantenerse alejado del deterioro, garantizando que el rebaño reciba justo lo necesario para un crecimiento óptimo, ni más ni menos. Y con una proporción cada vez mayor de forraje de cosecha propia en la dieta, también aumenta la sostenibilidad (en cifras aproximadas 1:2 en lo que se refiere a la huella de carbono del forraje frente a los piensos compuestos), incluido el control de los costes.

Rendimiento de las vacas lecheras

Por último, el rendimiento de las vacas lecheras se basa en todos los pasos anteriores, que culminan en la producción de leche. Las prácticas sostenibles requieren una atención especial a la optimización de los recursos, un énfasis en el bienestar animal, una nutrición óptima y la gestión de la salud: ¡una vaca sostenible es una vaca feliz!

Cada uno de los pasos descritos tiene el potencial de convertirse en un momento «Aha» de sostenibilidad. Al reimaginar las prácticas tradicionales desde una perspectiva sostenible, no sólo mejoramos la eficiencia y la productividad de la producción láctea, sino que también contribuimos a un planeta más sano. Desde este punto de vista, el viaje se convierte no sólo en una serie de pasos, sino en una danza armoniosa con la naturaleza, que promete un futuro más verde para las generaciones venideras.