Los investigadores dicen que han encontrado un trigo especial que podría reducir la necesidad de suplementos alimenticios y al mismo tiempo proporcionar nutrientes clave que promuevan la salud de los huesos en las aves de corral.
En un esfuerzo conjunto entre investigadores de la Universidad de Nottingham Trent en Inglaterra y la Universidad de Aarhus en Dinamarca, el objetivo era desarrollar un ave con una estructura ósea fuerte. Fueron los científicos del Departamento de Biología Molecular y Genética de la Universidad de Aarhus los que descubrieron que el trigo puede ser criado naturalmente para producir altos niveles de fitasa, una enzima necesaria para liberar fósforo, que el ave requiere para crecer un esqueleto saludable. Mientras que los daneses desarrollaron el trigo, el grupo de Nottingham lo probó en la propia unidad de investigación avícola de la universidad.
Fósforo: Un componente clave
En los últimos 50 años la industria avícola ha logrado alcanzar excelentes tasas de crecimiento de las aves, pero ahora la atención se centra en asegurar que se produzca un armazón esquelético sano y bien desarrollado. Los nutricionistas han abordado este tema a través de suplementos, para asegurar el correcto balance de minerales en la dieta. Un componente clave es el fósforo, un mineral que se encuentra en los tejidos vegetales, los granos y las semillas oleaginosas y que es vital para el crecimiento y el mantenimiento del esqueleto.
Sin embargo, no sólo la suplementación con fósforo es muy costosa, sino que además el fósforo, de origen vegetal, presente en los piensos de aves de corral y cerdos tiene una biodisponibilidad muy baja, al estar ligado a una sustancia vegetal llamada fitato.
El fósforo ligado en el fitato no puede ser utilizado por estos animales monogástricos porque tienen cantidades insignificantes de la enzima fitasa en su tracto gastrointestinal, que es necesaria para hacer que el fósforo del fitato sea biodisponible. Se estima que este efecto antinutricional del fitato le cuesta a los productores de animales hasta 1.300 millones de libras (1.500 millones de euros) al año. Además de esto, el fósforo unido al fitato que se excreta puede tener un impacto negativo en el medio ambiente, como por ejemplo a través de la eutrofización.
El trigo con alto contenido de fitasa
En los últimos trabajos, los científicos fitomejoradores de la Universidad de Aarhus utilizaron sus conocimientos para que la cría de trigo con niveles naturalmente altos de fitasa fuera sencilla y eficiente. Los científicos del equipo de investigación de nutrición avícola de la Universidad de Nottingham Trent diseñaron y llevaron a cabo un ensayo de nutrición avícola para comparar esta nueva fuente de fitasa con las formulaciones tradicionales de la dieta avícola. El ensayo muestra que la inclusión del trigo con alto contenido de fitasa en el alimento es una forma muy eficaz de liberar el fósforo de la dieta para su uso por parte del animal.
El Dr. Henrik Brinch-Pedersen, el líder del grupo en la Universidad de Aarhus, dijo: «Apuntar a una alta actividad de fitasa en los granos de trigo ha sido un objetivo de investigación clave durante muchos años. Alcanzarlo fue un hito, pero ver que funciona bien en la alimentación animal es sumamente satisfactorio. Una implicación adicional particularmente excitante de este trabajo puede ser en realidad para los humanos. 700 millones de personas en todo el mundo sufren de anemia causada en parte por el alto contenido de fitato de su dieta. Proporcionar una variedad de trigo que contenga su propia enzima de destrucción de fitatos podría mejorar la salud de la población de muchas naciones».
Se han explorado otras posibilidades
La Dra. Emily Burton, jefa de la unidad de investigación avícola de la Universidad de Nottingham Trent, añadió: «Ha sido emocionante explorar una forma completamente diferente de proporcionar a los pollos de carne el fósforo necesario para tener huesos sanos. Trataremos de explorar más a fondo las posibilidades de la fitasa derivada del trigo, ya que las investigaciones emergentes en este campo muestran que los efectos antinutricionales del fitato en las aves de corral van mucho más allá de encerrar el fósforo».