La nutrición en la vida temprana tiene un impacto significativo en el rendimiento del animal a lo largo de su vida. Esto es según los nuevos datos de Trouw Nutrition.
La compañía publicó los resultados a medio plazo de un estudio pionero (LifeStart) y reveló que los terneros que han recibido un alimento optimizado están mostrando mejores cambios en su metabolismo. El estudio, que hace un seguimiento de 86 terneros individuales, respalda la importancia de encontrar nuevas formas de aumentar la sostenibilidad de la producción, maximizando la productividad del ganado a lo largo de toda su vida.
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Muchas diferencias marcadas
El estudio longitudinal sigue a 86 terneros alojados individualmente que reciben un nivel tradicionalmente bajo de sustituto de leche para terneros, CMR, (0,6 kg/d); o un nivel optimizado (1,2 kg/d) en línea con el Programa LifeStart. Los terneros fueron destetados a los 56 días de edad y el grupo alojado a los 70 días de edad y a partir de entonces se les proporcionó la misma dieta y manejo, con varios parámetros de salud, rendimiento y metabólicos monitoreados y medidos a medida que progresaban a través del ciclo de producción. Es importante señalar que se controlaron factores como la paridad de la alimentación de la madre y el calostro para asegurar que cualquier efecto pudiera atribuirse únicamente al plano de la nutrición. Los resultados preliminares revelaron muchas diferencias marcadas entre los dos grupos. Los terneros en el plan de alimentación optimizado de LifeStart mostraron adaptaciones metabólicas sostenidas que permanecieron incluso 9 meses después del destete. Estas incluyen aquellas involucradas en vías vitales como la energía, la proteína y la fermentación microbiana.
Efectos de arrastre significativos
El vínculo entre la nutrición temprana y el rendimiento posterior es un tema candente, y las investigaciones anteriores sugieren que tiene el potencial de transformar la salud y la productividad de las vacas lecheras. Sin embargo, hasta ahora no se ha comprendido plenamente el mecanismo que subyace a este fenómeno, lo que impide su aplicación a las soluciones prácticas de las explotaciones agrícolas. El investigador Leonel Leal, que está a cargo del estudio longitudinal de cinco años, resume las principales conclusiones hasta ahora: «Está más claro que nunca que lo que se alimenta a un ternero en esos primeros 60 días de vida ayuda a determinar su futuro, y que la programación metabólica juega un papel sustancial en ello. Los datos muestran que la nutrición previa al destete tiene importantes efectos de arrastre en las funciones metabólicas a largo plazo, así como en una variedad de parámetros de crecimiento, desarrollo y rendimiento. Comprendiendo el modo de acción, podemos aprovechar mejor los beneficios de una nutrición optimizada para nuestras granjas».
Un gran paso adelante
El Dr. Michael Steele, profesor asistente de la Universidad de Alberta, Canadá, cree que la investigación en esta área marca un gran paso adelante para la industria: «Tradicionalmente hemos restringido la alimentación de los terneros en base a la idea errónea de que esto es rentable. Sin embargo, ahora sabemos que optimizar la cría y la alimentación de los terneros en esas primeras semanas de vida ofrece una gran oportunidad para mejorar la salud, el bienestar y el rendimiento de las vacas a largo plazo». Pero tenemos que dejar de centrarnos en los objetivos a corto plazo y evaluar el éxito en el contexto del panorama general. La investigación sobre el impacto de la nutrición en los primeros años de vida es uno de los avances más significativos en la nutrición de los lácteos de nuestro tiempo, con el potencial de revolucionar las actitudes hacia la cría de terneros».