La prevención del moho en el heno de los caballos es importante. Los propietarios de caballos pueden hacerlo vigilando de cerca el crecimiento de las plantas, el contenido de humedad en la cosecha y otras consideraciones de empacado.
Kentucky Equine Research escribe que los mohos comunes que crecen en el heno incluyen Aspergillus, Fusarium, Penicillium y Rhizopus, entre otros. Los mohos generan esporas que pueden irritar los tejidos respiratorios o causar cólicos. Los mohos también pueden producir micotoxinas, Algunos problemas derivados del consumo de micotoxinas son agudos (inmediatos), mientras que otros son crónicos (a largo plazo). Todo depende del tipo y la cantidad de micotoxina que el caballo ingiere.
4 cosas que pueden prevenir el moho en el heno:
El contenido de humedad es una medida crucial cuando se trata de la producción de heno. Si el heno se empaca con un 12-14% de humedad o menos, se reduce la probabilidad de formación de moho.
El almacenamiento adecuado es un componente crítico de la alimentación con heno. El heno debe ser almacenado en un área seca y bien ventilada fuera del suelo. Evite colocar lonas apretadas alrededor del heno, lo que evitará que se escape la humedad. No apilar el heno demasiado alto, y asegúrese de dejar algún espacio entre cada bala para permitir el flujo de aire.
Tómese el tiempo para inspeccionar el heno antes de alimentarlo. El heno puede verse perfectamente bien por fuera, pero es posible que el moho esté creciendo en el interior. Cualquier moho negro o gris es un signo seguro de heno podrido y un riesgo potencial para la salud del caballo.
Comprueba el olor: Mientras que el moho puede ser difícil de detectar visualmente, un olor inusual suele acompañar el crecimiento del moho. Si el heno está polvoriento o huele a moho, no lo alimente.