El catedrático de Toxicología Gonzalo Díaz, de la Universidad Nacional de Colombia, presentó en el Foro Mundial de Micotoxinas de este año una ponencia sobre los efectos dela aflatoxina B1 en distintas especies de aves de corral. En esta entrevista ofrece más información sobre sus conclusiones.
Su presentación en el WMF de este año se basa en una serie de estudios que realizó sobre por qué la susceptibilidad a la aflatoxina B1 es diferente entre las especies de aves de corral. Podría explicarnos por qué llevó a cabo estos estudios?
Estos estudios se realizaron para determinar los parámetros cinéticos enzimáticos hepáticos citosólicos in vitro en cuatro de las especies avícolas más importantes, pollos, pavos, codornices y patos. La razón de llevar a cabo estos estudios es que, desde los años 60 y 70, es bien sabido que existen grandes diferencias en la sensibilidad a las aflatoxinas en estas especies. Las aflatoxinas se descubrieron porque mataron a más de 100.000 pavitos en el Reino Unido, en 1961. También murieron patos y faisanes, pero curiosamente ningún pollo. Después de este suceso se realizaron estudios y los estudios toxicológicos comparativos demostraron que los pollos son las especies más resistentes y los patos las más sensibles. Llevamos a cabo esta serie de estudios para buscar una explicación.
¿Cómo se organizaron los estudios?
Utilizamos los hígados de las 4 especies, separamos los sexos porque responden de manera muy diferente, y tienen diferentes capacidades de metabolismo. Así que utilizamos enzimas aisladas de los hepatocitos, 4 enzimas diferentes, y buscamos posibles diferencias en el metabolismo de la aflatoxinaB1 llevado a cabo por esas enzimas presentes en el hígado. La razón es que las aflatoxinas que las aves de corral pueden tener en su dieta van primero al hígado. Cuando ingieren sustancias tóxicas, éstas se absorben en el intestino, atraviesan el sistema portal y llegan al hígado, donde se procesan antes de causar daños en otras partes del cuerpo.
¿Cuáles fueron los resultados de la serie de estudios que realizó?
Los resultados de toda la serie de estudios mostraron que los patos producían grandes cantidades de un metabolito que hemos postulado como responsable de los efectos tóxicos agudos de la aflatoxinaB1. El nombre de este metabolito es aflatoxinaB1 dehidrodiol, y se produce a través de una serie de reacciones. La primera está mediada por las enzimas del citocromo P450 del hígado, que forman inicialmente un epóxido, pero éste es muy inestable. Sólo tiene una vida media de aproximadamente un segundo, por lo que se transforma en un deshidrodiol al reaccionar con el agua. El dehidrodiol sigue siendo un metabolito tóxico que puede dañar y matar las células. Hemos comprobado que los patos producen grandes cantidades de deshidrodiol, mientras que los pollos producen muy poca cantidad y las otras dos especies se sitúan en un punto intermedio. Así pues, la cantidad de deshidrodiol producida en el hígado o por las células hepáticas coincidía perfectamente con las observaciones clínicas que observamos cuando analizamos la presencia de aflatoxinas en esta especie. También hubo más diferencias en más enzimas cuando la aflatoxinaB1 se convierte en el 8,9-epóxido, que es muy inestable. También se puede desintoxicar conjugándola con una molécula conocida como glutatión, lo que la hace no tóxica. También descubrimos que la conjugación con el glutatión era mucho más eficaz en los pollos que en los patos y las otras dos especies. En otra serie de estudios, estudiamos otro metabolito que no es producido por el citocromo P450, sino por otra enzima que se encuentra en la parte soluble de la célula. La enzima se llama reductasa citosólica y produce aflatoxicol (un alcohol) a partir de la aflatoxinaB1. Este alcohol no es tóxico, así que si el animal, o en este caso el ave, produce aflatoxicol a partir de aflatoxinaB1, no vas a tener ningún problema. Descubrimos que los pollos son los mayores productores de aflatoxicol y los patos los que menos. Así que encontramos pruebas en estudios bioquímicos de que la razón de esta enorme diferencia de sensibilidad se debe a la biotransformación.
A partir de estos resultados, ¿qué consejos prácticos podrían transmitirse a un avicultor? ¿Hay algo que puedan poner en práctica para proteger la salud de su rebaño?
El único resultado práctico de estos estudios que los agricultores podrían tener en cuenta sería darse cuenta de que el control de calidad de los piensos para especies sensibles como patos y pavos debe ser muy estricto. En cambio, los pollos pueden tolerar grandes cantidades de aflatoxinaB1. De hecho, descubrimos que concentraciones en una dieta que matarían a un perro, un gato o un pato, en realidad aumentaban el peso en pollos de engorde. Descubrimos que existe un tipo de relación dosis-respuesta conocida como hormesis. Las dosis más bajas estudiadas causaron un aumento en el peso corporal y después de que la dosis o las concentraciones fueran demasiado altas, digamos alrededor de 1400 ppb en la dieta, entonces vimos un efecto menor en el peso corporal. Por lo tanto, el enfoque práctico sería que si usted necesita utilizar un producto que tiene aflatoxinas presentes, a continuación, utilizarlo en gallinas ponedoras o pollos de engorde. Evite su uso en pavos o patos, ya que se verán gravemente afectados.
¿Hay algo en particular en lo que le gustaría centrar su próxima investigación?
Sí, me gustaría continuar los estudios bioquímicos sobre el metabolismo de la aflatoxinaB1, es un tema muy interesante para mí. Aún quedan algunas áreas por investigar, por ejemplo, las reacciones de conjugación del aflatoxicol, cómo se transportan estas moléculas fuera de los hepatocitos o dentro de los canalículos biliares para ser excretadas en la bilis y a través del intestino. Las reacciones más importantes ya se han estudiado en nuestra serie de estudios. La serie de estudios consta de 10 a 12 artículos que han sido publicados y se centran únicamente en el metabolismo de la aflatoxina B1 en las cuatro especies avícolas mencionadas.
«El metabolismo hepático de la aflatoxina B1 explica las diferencias de susceptibilidad a la micotoxina entre las principales especies avícolas» es el título de la ponencia presentada por el profesor Díaz en el Foro Mundial de Micotoxinas. También ha publicado el libro «
Toxicología de las micotoxinas y sus efectos en avicultura comercial» disponible a la venta sólo en español.