La Comisión Europea (CE) ha votado a favor de la prohibición del uso veterinario del óxido de zinc. La CE nombró un tiempo de transición de un máximo de 5 años para eliminar el producto.
Se prohibirá el uso de óxido de zinc en los cerdos. La decisión fue adoptada la semana pasada por la mayoría de los Estados Miembros europeos. Se espera que la confirmación oficial se produzca pronto. A partir de esa fecha, los Estados miembros de la Unión Europea tienen que elegir cuándo se aplicará la prohibición para su país. Esto tiene que hacerse dentro del período de transición de 5 años. Se prevé que algunos países necesitarán más tiempo que otros.
El óxido de zinc puede enmascarar la disminución del uso de antibióticos
El uso de óxido de zinc para lechones destetados es controvertido. Se dice que el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA) puede portar genes resistentes al zinc, por ejemplo. Además, el producto tiene un efecto negativo cuando entra en el medio ambiente a través de los purines. El Instituto Holandés de Medicina Veterinaria (SDa) también afirma que el óxido de zinc puede tener cierta actividad antibacteriana, lo que a su vez puede enmascarar una disminución en el uso de antibióticos. Para la UE, todo esto es razón suficiente para eliminar el óxido de zinc. A principios de este año, a petición de los Países Bajos y Francia, el Comité de Medicamentos de Uso Veterinario (CVMP) elaboró la llamada lista de «remisión de clase», que consiste en todos los medicamentos veterinarios que contienen óxido de zinc. Se ha llegado a la conclusión de que los beneficios de utilizar el óxido de zinc para prevenir la diarrea posterior al destete no superan las desventajas.
Métodos alternativos para la diarrea posterior al destete
La razón por la que la UE tiene un período de transición de 5 años tiene que ver con el alto nivel de funcionamiento del óxido de zinc. Dinamarca es conocida por su considerable uso, por ejemplo. Se sabe que el óxido de zinc es una forma muy eficaz de hacer frente a la diarrea posterior al destete. Por consiguiente, los Estados miembros de la Unión Europea disponen de tiempo suficiente para trabajar en métodos alternativos para hacer frente a este problema en los lechones.