El uso de antioxidantes es un procedimiento incuestionable para mejorar la estabilidad de las vitaminas en cualquier etapa: fabricación de vitaminas, premezclas y producción de alimento final. Sin embargo, es más complejo determinar cuán eficiente es el programa de antioxidantes aplicado y cómo, eventualmente, mejorarlo. Esto se vuelve más fundamental en períodos -como ahora- que se definen por la escasez en el suministro de ciertas vitaminas con precios relativamente altos.
Hoy en día la industria de los piensos se enfrenta a un reto adicional, relacionado con la escasez de ciertas vitaminas y su consecuente alto precio. Esto está llevando a los nutricionistas a revisar el procedimiento estándar sobre el uso de vitaminas y buscar posibles formas de optimizar su biodisponibilidad.
Estabilidad de las vitaminas
Las vitaminas liposolubles son las más susceptibles a la pérdida de actividad, y la vitamina A se utiliza comúnmente como referencia para evaluar la estabilidad de la premezcla de vitaminas. La reducción de las vitaminas en las premezclas está vinculada a diversos factores, como la presencia de ciertos minerales y de colina. En el alimento final, los factores más críticos responsables de la degradación de las vitaminas son el proceso de fabricación, en particular los tratamientos de temperatura (es decir, la extrusión y el peletizado). Además, la inclusión de fuentes de grasa no estabilizadas, que funcionan como compuestos prooxidantes, afectará negativamente a la recuperación de las vitaminas.
Tavcar-Kalcher y Vengust (2017) publicaron un estudio que confirma que la vitamina A en las premezclas es la menos estable de las vitaminas liposolubles a lo largo del tiempo, ya que pierde el 23% de su actividad durante 3 meses de almacenamiento. La adición de colina aceleró las pérdidas de vitaminas, con un mayor efecto para la vitamina K3 (68% de reducción en 3 meses).
Equilibrar las pérdidas de vitaminas
Asegurar que el nivel correcto de nutrientes llegue a cada animal es fundamental para un rendimiento y un estado de salud óptimos. Para equilibrar las pérdidas de vitaminas, los nutricionistas suelen formular dietas con una cantidad extra. Cuando la disponibilidad de vitaminas se ve comprometida o los precios suelen ser altos, debemos buscar otra posible solución para optimizar el uso de las vitaminas: quizás aumentando su biodisponibilidad o previniendo en la medida de lo posible su pérdida de actividad.
La biodisponibilidad de las vitaminas liposolubles puede aumentarse con la inclusión de un potenciador de la absorción en el alimento final. El uso de Lysoforte en las dietas de las ponedoras aumenta significativamente la absorción de la vitamina E y su deposición en los huevos.
La adición de antioxidantes
Para prevenir o ralentizar la degradación de las vitaminas podemos optar por utilizar formas más estables (es decir, ésteres, encapsulados, etc.). Una idea adicional es incluir en las premezclas ingredientes menos reactivos como por ejemplo minerales orgánicos/quelatados, o colina protegida. Esto evitará su acción pro-oxidativa, limitando así su actividad de degradación hacia las vitaminas. Otra solución probada es la adición de antioxidantes.
La inclusión de un antioxidante bien diseñado en una premezcla de minerales (Figura 1) evita las pérdidas de vitaminas, y su eficacia se correlaciona linealmente con el nivel de inclusión. Si bien la capacidad de los antioxidantes para prevenir las pérdidas de vitaminas es incuestionable, la respuesta de las diferentes soluciones antioxidantes disponibles en el mercado puede variar.
Entonces, ¿qué es un buen antioxidante?
A continuación se presentan algunas sugerencias para definir las características principales de un antioxidante eficiente aplicado para prevenir la degradación de las vitaminas:
- El proceso de oxidación es una serie de reacciones químicas en cadena que implican diferentes pasos. Cada ingrediente activo de un antioxidante ayudará a retardar o prevenir una etapa diferente en la reacción en cadena; por lo tanto, es evidente que una mezcla de ingredientes activos mostrará una mayor actividad antioxidante en lugar de un solo ingrediente.
- En segundo lugar, las premezclas y los alimentos completos representan un sustrato complejo. Los efectos negativos de los procesos de oxidación se mitigan cuando se aplica un programa antioxidante completo, estabilizando adecuadamente las premezclas, las fuentes de grasa y las fórmulas completas.
- Otra característica importante de los antioxidantes, directamente relacionada con su eficacia, es la distribución uniforme en una premezcla. Un proceso de producción específico permite a los fabricantes obtener un producto final con un tamaño de partículas pequeño y uniforme. Además, esto garantiza que cada gránulo contenga todos los activos antioxidantes utilizados en la fórmula, incluso cuando se utilizan conjuntamente compuestos polares y apolares. Gracias a ello, la distribución del antioxidante Kemin en una premezcla es uniforme (figura 2), mientras que la mezcla de antioxidantes de diferente tamaño de partícula, da lugar a una dispersión desigual de los activos.
- Por último, la sinergia entre los activos antioxidantes está garantizada en condiciones específicas. El simple hecho de mezclar los activos secos limitará su capacidad de interactuar formando un compuesto conocido como heterodímeros. Estas son moléculas con dos o más antioxidantes, que a menudo tienen una mayor eficacia en lugar de los únicos.
Como pioneros en el desarrollo de antioxidantes, Kemin siempre está formulando sus productos antioxidantes para obtener la máxima eficacia a través de las sinergias entre la mezcla de ingredientes activos. Luego, el proceso de producción específico, que garantiza una distribución uniforme de los activos en los productos y, por consiguiente, en el sustrato a tratar, es el factor clave para obtener una fuerte eficacia con la mejor tasa de inclusión rentable.