Debido a la menor disponibilidad y a la voluntad de los países extranjeros de pagar precios más altos, los productores lácteos de los Estados Unidos tienen que pagar más por su propio heno o utilizar fuentes de alimentación alternativas y suplementos.
Esto se afirma en un reciente informe de Rabobank (‘Forrajeando para obtener precios más altos’). Los siete estados occidentales (W7) de EE.UU. (Arizona, California, Idaho, Nevada, Oregón, Utah y Washington) son responsables del 18% de la producción total de heno de EE.UU. y se estima que el 90% de las exportaciones de heno de EE.UU. La disminución de los precios de la leche hasta 2015 y 2016, junto con los problemas de calidad del forraje relacionados con el clima, hizo que se acumularan existencias de heno y presionó a la baja los precios del mismo. En California, por ejemplo, la superficie total de heno ha caído un 32% desde 2008.
Los compradores extranjeros pagan precios más altos
Sin embargo, los seis principales importadores (China/Hong Kong, Taiwán, Corea del Sur, los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita), responsables de la compra de más del 95% de las exportaciones de heno de los Estados Unidos, están aumentando sus volúmenes de importación y pagando una prima por el heno de mayor calidad, con lo que mantienen los precios en sus niveles actuales. Las exportaciones de heno de EE.UU. en el primer trimestre de 2017 a China, Corea del Sur y Arabia Saudita aumentan un 47%, 18% y 62% respectivamente. La disposición de los compradores extranjeros a pagar precios más altos por el heno estadounidense obliga a los productores de leche de los Estados Unidos a buscar piensos alternativos como granos de destilería secos, ensilado, arroz, pellets, harina de soja o suplementos para mantener la producción.
Arabia Saudita detendrá su propia producción de heno
Al mismo tiempo, Rabobank prevé que la demanda de los seis países importadores aumentará durante los próximos cinco años, especialmente las exportaciones al Oriente Medio, a medida que Arabia Saudita vaya eliminando gradualmente la producción de heno para 2019 a fin de preservar su agotado suministro de agua. Las centrales lecheras de Arabia Saudita que exportan leche dejarán de producir heno para 2018, y las que sólo venden leche a nivel local deberán reducir la producción de heno para 2019. Si se aplica plenamente, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos estima que Arabia Saudita necesitará 1,3 millones de toneladas de heno de alta calidad anualmente. Para satisfacer esta demanda, el país tendrá que aumentar las importaciones de heno en un 45% hasta el 2019.
Fuente Rabobank