El concepto de sostenibilidad ha ido ganando terreno desde los años 80, cuando se tomó conciencia de los daños de los excesos humanos y de su costo para los recursos del mundo.
Se empezó a formar un cambio en la conciencia de las industrias y los individuos hacia las preocupaciones ambientales, económicas y sociales, y el sector pecuario no es una excepción a ello. La agricultura, que constituye la piedra angular de nuestra existencia, tiene la obligación moral de proteger los recursos limitados y adoptar prácticas agrícolas más eficientes. La colaboración entre los encargados de la formulación de políticas, los agricultores y los consumidores es la única forma de garantizar que se puedan alcanzar los objetivos de sostenibilidad.
En esta edición especial se destacan las medidas que se están adoptando en el sector, incluidas las soluciones nutricionales, en particular en ausencia de antibióticos, que se centran en prácticas de cría de animales más respetuosas con el medio ambiente; después de todo, los animales sanos excretan menos recursos no digeridos al medio ambiente. También se destaca cómo la sostenibilidad y la rentabilidad pueden ir de la mano, y no a expensas del planeta o del bienestar de los animales. Como resume la FAO en su visión global, al cultivar la tierra y adoptar una agricultura sostenible, las generaciones presentes y futuras podrán alimentar a una población creciente. Por lo tanto, las medidas adoptadas ahora actúan como una póliza de seguro para las generaciones futuras, a fin de garantizar un suministro alimentario seguro y abundante, pero también establecer prácticas agrícolas que puedan sostener los desafíos futuros.