Se necesitan opciones de política para reducir el uso ulterior de antibióticos

A pesar de los esfuerzos mundiales por reducir el uso de antimicrobianos en los animales de cría, los expertos proyectan que el uso aumentará en los próximos 15 años si no se toman medidas.

En el artículo de reseña, publicado en Science y compilado por diversos expertos de todo el mundo, se afirma que en 2013 el consumo mundial de todos los antimicrobianos en los animales destinados a la alimentación se estimó en 131.109 toneladas. Se proyecta que llegará a 200.235 toneladas para 2030. La proyección se basa en los volúmenes de ventas de antimicrobianos veterinarios que se obtuvieron a través de los registros públicos de 38 países y dependencias autónomas. Los expertos constataron que los niveles de consumo variaban considerablemente de un país a otro, desde 8 mg/unidad de corrección de población (UCP) (un kilogramo de producto animal) en Noruega hasta 318 mg/UCP en China.

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El artículo de revisión propone algunas soluciones para reducir el uso de antibióticos y, por lo tanto, la resistencia a la RAM en los próximos años. Estas pueden incluir:

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]Regulaciones. Un reglamento mundial que establezca un tope de 50 mg de antimicrobianos por UCP al año, la cantidad media mundial actual, podría reducir el consumo total en un 64%. Si sólo los países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y China adoptaran este reglamento, el consumo mundial en 2030 ya se reduciría en un 60%.

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]Consumo de carne. Limitar la ingesta de carne en todo el mundo a 40 g/día, el equivalente a una hamburguesa estándar de comida rápida por persona, podría reducir el consumo mundial de productos antimicrobianos en los animales destinados a la alimentación en un 66%. Esta reducción es comparable a la que podría lograrse mediante reglamentos que apunten al uso de antimicrobianos.

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]Tasas de usuario. Imponer una tasa de usuario del 50% del precio actual a los antimicrobianos veterinarios podría reducir el consumo mundial en un 31%. Y lo que es más importante, esa política también generaría ingresos anuales de entre 1.700 y 4.600 millones de dólares.

Lograr reducciones significativas

Por suerte, se están haciendo muchos esfuerzos para reducir el uso de antibióticos en las próximas décadas. En Europa, las regulaciones han sido el principal instrumento para limitar el uso de antimicrobianos en la producción animal. En los Estados Unidos, las preferencias de los consumidores han llevado a las empresas a reducir el uso de antimicrobianos en los animales, aunque el impacto en las prácticas de cría de ganado es todavía incipiente. Como mayor consumidor de antimicrobianos veterinarios, tanto en términos relativos (por UCP) como absolutos, China tiene un importante papel de liderazgo en lo que respecta a su respuesta a la RAM y ya ha sentado precedentes en la eliminación progresiva de medicamentos que son el último recurso para las infecciones humanas pero que todavía se utilizan en Europa en la cría de animales.

Para poder realizar un buen análisis mundial, es importante que todos los países cuenten con un buen sistema de vigilancia. Muchos países ya lo hacen, pero a diferencia de lo que ocurre con la medicina humana, actualmente no existe una base de datos mundial (pública o privada) sobre la venta de antimicrobianos veterinarios accesible a la comunidad de la salud pública. Aunque los datos actuales son limitados, el esbozo de los conocimientos actuales permite hacer inferencias sobre el impacto relativo de las diferentes políticas para frenar el uso de antimicrobianos. Las conclusiones de los expertos sugieren que la imposición de una tasa al usuario de los antimicrobianos veterinarios es una opción de política plausible para lograr reducciones significativas del uso de antimicrobianos a corto plazo, al tiempo que se recaudan fondos para mejorar las prácticas agrícolas que beneficiarán la viabilidad a largo plazo de la industria ganadera.

Fuente: Ciencia

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