Las investigaciones sobre la alimentación de insectos y microalgas para los pollos de engorde han revelado que ambas fuentes de proteína representan una alternativa sostenible adecuada a la harina de soja.
El estudio de Alemania, realizado por investigadores de la Universidad de Gottingen, determinó que la calidad de la carne de los pollos alimentados con ciertos insectos o microalgas era adecuada para el consumo humano
A pesar de que las dietas veganas y vegetarianas se están haciendo cada vez más populares en Europa Occidental, en todo el mundo hay una creciente demanda de productos animales para la nutrición humana, lo que requiere una cantidad considerable de alimentos ricos en proteínas para los animales de granja. Sin embargo, el cultivo de alimentos para animales suele ir acompañado de cambios en el uso de la tierra, como la deforestación, por lo que los científicos buscan que los futuros alimentos sean independientes de la tierra cultivable.
…la sostenibilidad requiere la incorporación de productos de desecho en la producción de insectos».
El equipo de investigación observó lo que sucedía cuando los pollos de engorde eran engordados con piensos cuya principal fuente de proteínas era la harina de soja, la espirulina o los insectos. Se investigaron el crecimiento de los animales, la calidad de la carne (en particular la vida útil) y la calidad de la alimentación. Se encontraron los resultados de las pruebas de laboratorio y sensoriales (pruebas de sabor) en 132 pollos de engorde:
- La harina de larvas de la mosca Hermetia negra y la espirulina pueden incluirse en los piensos para aves de corral sin afectar negativamente a la calidad
- Los pollos alimentados con harina de larvas de la mosca soldado negra producen una carne equivalente al status quo
- Los pollos alimentados con espirulina producen una carne con un color y un sabor más intensos
La Dra. Brianne Altmann, investigadora principal, dijo: «En general, ambas demuestran ser potenciales alternativas de harina de soja en la búsqueda de nuevas fuentes de proteína para la alimentación animal».
Actualmente se producen en todo el mundo microalgas para biocombustibles, piensos y consumo humano, pero siguen siendo mucho más caras que la harina de soja. Actualmente, en la Unión Europea, los insectos sólo están autorizados para el consumo humano y para la alimentación de los peces, pero es probable que se apruebe para la alimentación de las aves de corral en un futuro próximo. El profesor Daniel Morlein, catedrático de Calidad de los Productos Animales de la Universidad, añadió que en la UE todos los insectos deben producirse utilizando piensos certificados: «Sin embargo, la sostenibilidad requiere la incorporación de productos de desecho en la producción de insectos», argumentó.