Producción de leche


Provocar que el cerebro maneje el estrés por calor

Es importante preservar el comportamiento natural de un animal para mantener un rendimiento óptimo. Se ha demostrado que una solución neurosensorial que modula el mensaje del estrés directamente en el cerebro limita el impacto negativo del estrés al mejorar la flexibilidad de los animales al tiempo que se enfrentan a los desafíos del medio ambiente.


El cambio climático: ¿Provocando problemas de estrés por calor?

Como resultado del calentamiento global, el estrés por calor puede tener un impacto negativo en las vacas lecheras de varias maneras. Además de la reducción de la producción de leche y las elevadas pérdidas económicas que esto puede acarrear, las repercusiones socioeconómicas son más pronunciadas en las poblaciones de bajos ingresos que dependen principalmente de la agricultura de subsistencia. Anteriormente se pensaba que los efectos de las altas temperaturas ambientales se limitaban a las zonas tropicales, pero con el cambio climático, este efecto se está experimentando ahora en todo el mundo.


Impacto del estrés por calor: Producción vs adaptación

Los animales de ganado poseen varios mecanismos de adaptación para hacer frente a los desafíos del estrés térmico, pero estos mecanismos sólo ayudan a los animales a sobrevivir al estrés comprometiendo las respuestas productivas. Aquí se examinan las capacidades de adaptación de los animales al estrés térmico, que mejora su rendimiento en condiciones climáticas adversas.


¿Qué tan efectivas son las técnicas de enfriamiento de cerdos?

La vivienda y el equipo tienen un papel importante que desempeñar en la lucha eficaz contra el efecto negativo del estrés térmico en las manadas de cerdos, en particular en las regiones geográficamente más cálidas. Los métodos tradicionales de ventilación, junto con soluciones más innovadoras como la refrigeración del suelo se exploran aquí.


Betaine: Un eficaz modulador del rumen

La betaína natural promueve la actividad de fermentación microbiana, como un modulador eficaz del rumen, especialmente en una época de rumen con estrés térmico. Los microbios del rumen pueden aprovechar plenamente la betaína disponible y utilizarla contra el estrés térmico de manera que ayude a mantener sus actividades de fermentación, que son cruciales para la salud y la productividad de los rumiantes.