El grano de Alberta demostró estar contaminado con un rasgo genéticamente modificado, desarrollado por Monsanto.
Como resultado de ello, el Japón ha suspendido su licitación y venta de trigo del Canadá. «Estamos suspendiendo la licitación y venta de trigo canadiense hasta que confirmemos que el trigo canadiense que Japón compra no contiene OGM», dijo un funcionario del ministerio de agricultura japonés a Reuters.
Canadá es uno de los mayores exportadores de trigo del mundo. La Agencia Canadiense de Inspección Alimentaria (CFIA) reaccionó ante el descubrimiento de trigo genéticamente modificado (GM) en el sur de Alberta.
«La Agencia Canadiense de Inspección Alimentaria ha terminado recientemente de examinar unas pocas plantas de trigo encontradas en una carretera de acceso en Alberta que sobrevivieron a un tratamiento de fumigación de malezas. Cuando la CFIA fue notificada de este hallazgo, los científicos de la CFIA realizaron pruebas para determinar por qué el trigo sobrevivió. Las pruebas de la CFIA confirmaron que el trigo encontrado era genéticamente modificado y tolerante a los herbicidas.
Dado que el trigo transgénico no está autorizado en el Canadá, la CFIA trabajó en colaboración con los asociados a todos los niveles para reunir la mayor cantidad posible de información completa, exacta y creíble sobre este descubrimiento. Sobre la base de amplias pruebas científicas, no hay pruebas de que este trigo GM esté presente en ningún otro lugar que no sea el sitio aislado donde fue descubierto. Además, el Ministerio de Salud de Canadá ha llegado a la conclusión de que este hallazgo no supone un riesgo para la seguridad alimentaria.
Mientras que el trigo genéticamente modificado no está aprobado para su uso comercial en Canadá, el mismo rasgo genéticamente modificado ha sido aprobado en la canola, el maíz y la soja durante más de 20 años. En estos cultivos, las evaluaciones de seguridad anteriores del Ministerio de Salud de Canadá y de la CFIA han demostrado que este rasgo no plantea un riesgo para la salud pública, la salud de los animales o el medio ambiente. La CFIA seguirá trabajando con el propietario de las tierras para vigilar la zona durante los próximos 3 años para ayudar a evitar que persista cualquier tipo de trigo transgénico».
Fuente: Reuters y CFIA