En los rebaños de cerdas, la transición de la gestación a la lactación está asociada a alteraciones fisiológicas y, por tanto, a cambios en la alimentación. Para evitar problemas reproductivos y de salud es esencial conocer las necesidades alimentarias de las cerdas lactantes.
Durante la gestación, las cerdas reciben una alimentación restrictiva para evitar un aumento excesivo de peso, pero durante la lactación se les permite consumir pienso ad libitum para cubrir los nutrientes necesarios para mantener los tejidos corporales y apoyar la producción de leche.
Sin embargo, la ingesta voluntaria de pienso de las cerdas muy prolíficas suele ser insuficiente, lo que se traduce en una pérdida de peso corporal. Una pérdida excesiva de peso corporal conduce a problemas reproductivos a corto plazo, como un intervalo prolongado entre el destete y el celo y un menor tamaño de la camada, y a problemas a largo plazo, como una mayor tasa de sacrificio, una paridad media baja, una reducción de los cerdos destetados por vida reproductiva y mayores costes por cerdo producido. Por lo tanto, es esencial entender las necesidades de alimentación de las cerdas lactantes para desarrollar un programa de alimentación exitoso.
1. Necesidades energéticas
Durante el periodo de lactación, las necesidades energéticas varían en función del peso de la cerda, la producción y composición de la leche y las condiciones de alojamiento. Normalmente, las cerdas no consumen suficiente pienso durante la lactación para cubrir sus necesidades energéticas de mantenimiento y producción de leche. Como resultado, las cerdas movilizan sus propios tejidos corporales, lo que conduce a una pérdida de peso excesiva, comprometiendo así el rendimiento reproductivo posterior. El aumento de la densidad energética en la dieta de lactación mejora la ingesta de energía durante la lactación, minimizando así el catabolismo de las reservas corporales maternas.
Se recomienda una densidad de energía digestible en la dieta de 14,05 MJ/kg de energía en la dieta para cerdas lactantes de paridad 2 y superior con un tamaño de camada de 11,5 y una ganancia media diaria de camada de 190-270 g/día. Además, se puede añadir grasa a las dietas de lactación para aumentar la ingesta energética de las cerdas.
2. Necesidades de agua
El agua representa el 80% del peso corporal al nacer y disminuye hasta aproximadamente el 50% en las cerdas. Las necesidades de agua varían en función del peso corporal y de la proporción agua/alimento, con proporciones normales de 2:1 a 3:1. Las cerdas lactantes tienen las mayores necesidades de agua, que se atribuyen a las exigencias de la producción de leche y al fomento del consumo de pienso.
Las necesidades de agua de las cerdas lactantes oscilan entre 5 y 10 galones diarios. Es esencial proporcionar un suministro adecuado de agua con un caudal suficiente de 1,5-2 pintas por minuto para las cerdas lactantes. El acceso restringido al agua disminuye el consumo de alimento y el rendimiento de la cerda y de la camada durante la lactación.
3. Necesidades de proteínas
Las necesidades de proteínas se expresan en términos de recomendaciones de aminoácidos. La proteína dietética afecta a la cantidad de pienso consumido por la cerda durante la lactación. La disminución del nivel de proteína bruta en la dieta conlleva una reducción del consumo de pienso y, en consecuencia, un aumento de la pérdida de peso de las cerdas durante el periodo de lactación. La lisina es el primer aminoácido limitante en las dietas basadas en harina de soja. La composición de la dieta de lactación debe proporcionar una concentración mínima del 17,5% de proteína bruta y del 0,9 al 1,0% de lisina total. La mayoría de las cerdas de paridad 1 y algunas de paridad 2 con poca condición necesitan aproximadamente un 1,2% de lisina en la dieta. Las necesidades de aminoácidos se determinan por separado para el mantenimiento y la producción de leche utilizando proporciones de aminoácidos relativas a la lisina distintas para cada uno y, a continuación, se ajustan en función de la cantidad de aminoácidos que se espera obtener de las reservas de proteínas debido a la pérdida de peso corporal de la cerda. Además, para alcanzar los niveles recomendados se considera un margen de seguridad del 5% sobre el nivel real estimado de necesidades de aminoácidos.
4. Necesidades de minerales y vitaminas
Las cerdas muy prolíficas y multíparas requieren mayores niveles de vitaminas y minerales. Las dietas de lactación suelen contener suplementos de cobre, zinc, hierro, yodo, manganeso, cromo y selenio. Además, la dieta de lactación debe contener una concentración mínima de 0,9% de calcio, 0,8% de fósforo total y 0,5% de fósforo disponible. Además, las vitaminas A, D3, E, K, riboflavina, niacina, ácido pantoténico, colina, biotina, B12, B6 y ácido fólico son necesarias en la dieta de las cerdas lactantes.
5. Requisitos de fibra
Suplementar la dieta de la cerda con ingredientes ricos en fibra antes y unos días después del parto previene el estreñimiento, reduce la incidencia de mastitis, inhibe la tripa retorcida y mejora el confort de la cerda. Sin embargo, los ingredientes de los piensos con alto contenido en fibra, como la cáscara de soja, la avena, la harina de trigo, la pulpa de remolacha, el heno de alfalfa y el salvado de trigo, pueden limitar la ingesta total de nutrientes. La concentración de fibra bruta debe limitarse a un 3-4% en la dieta de la cerda lactante.
Reflexiones finales
La dieta de las cerdas lactantes es esencial para evitar problemas reproductivos a corto y largo plazo y para mantener la rentabilidad del rebaño. La energía, el agua, la proteína, los minerales, las vitaminas y la fibra son ingredientes importantes de la dieta de las cerdas lactantes. Los productores de porcino necesitan garantizar la formulación adecuada de la dieta de lactación y la máxima ingesta de alimento de lactación por parte de la cerda para mejorar la salud, el bienestar y la productividad de la piara.
* Se facilitarán referencias previa solicitud.