Los estudios sobre los cereales y los piensos muestran un patrón consistente de contaminación por micotoxinas en todo el mundo.
Hasta el 50-80% de los cultivos de cereales contienen dos o más micotoxinas, con posibles consecuencias perjudiciales para el ganado debido a los efectos «sinérgicos». Conocer los ingredientes de los piensos es fundamental para mitigar el riesgo para la salud causado por las toxinas. Por eso es importante la detección temprana, empezando por el campo y el seguimiento de la cadena de suministro. Con ese conocimiento, se pueden aplicar prácticas de gestión sólidas, como la segregación en unidades de almacenamiento separadas, la reorientación de los lotes contaminados a mercados adecuados o el rechazo en el punto de entrega