La mordedura de colas sigue siendo un importante problema de salud y bienestar en la producción comercial de cerdos, siendo la dieta un importante factor de riesgo. Investigadores daneses han estudiado la relación entre la dieta de los cerdos, la salud intestinal y el estado de ánimo, y han descubierto algunos resultados interesantes.
La mordedura de cola es un comportamiento patológico que puede observarse sobre todo en los destetes y en los cerdos de engorde en los sistemas comerciales de producción porcina. La mordedura de cola puede provocar dolor e infección en los cerdos mordidos, y puede crear estrés dentro de un grupo de cerdos, y es, por lo tanto, una preocupación importante de salud y bienestar.
Aunque este problema es multifactorial, con varios factores de gestión y alojamiento que aumentan su riesgo, la Comisión Europea resume los siguientes como los factores de riesgo clave para la mordedura de cola:
- Enriquecimiento
- Clima
- Salud y bienestar
- Competencia por los recursos
- Dieta (composición y calidad del alimento, cantidad consumida, forma, estrategia de alimentación por fases, poca accesibilidad)
- Estructura/limpieza del corral
Un estudio llevado a cabo por investigadores* del Departamento de Ciencia Animal de la Universidad de Aarhus (Dinamarca) tenía como objetivo revisar los posibles factores de riesgo, aún no demostrados, de la mordedura de cola en cerdos en crecimiento, relacionados con la composición y el suministro de pienso y su interacción con la salud intestinal y el comportamiento a través del eje microbiota-intestino-cerebro.
«Aunque se sabe que la falta de enriquecimiento provoca que los animales se muerdan la cola debido a una motivación insatisfecha para buscar y explorar, los mecanismos que subyacen a los factores de riesgo relacionados con la dieta aún no están claros. Las investigaciones de las últimas décadas sobre la existencia del eje microbiota-intestino-cerebro en ratones, ratas y seres humanos pueden ayudarnos a entender los mecanismos de cómo los factores relacionados con la dieta conducen a la mordedura de cola y, por tanto, a ofrecer formas de mitigarla. En este sentido, están surgiendo estudios que indican una relación entre la microbiota intestinal y el hecho de morderse la cola» – Cecilie Kobek-Kjeldager
El eje microbiota-intestino-cerebro
Muchas investigaciones han demostrado que existe una comunicación compleja y bidireccional entre la microbiota intestinal, la salud intestinal y el cerebro, que afecta al estado de ánimo y al comportamiento a través del llamado eje microbiota-intestino-cerebro.
La disbiosis, o desequilibrio en la composición de la microbiota intestinal, está mediada en gran medida por factores dietéticos y desempeña un papel en muchas patologías, incluidas las relacionadas con el cerebro, el estado mental y el comportamiento. Por lo tanto, se puede concluir que la dieta desempeña un papel importante a la hora de afectar a este eje y, por lo tanto, se plantea la hipótesis de que tiene un efecto significativo en la forma de morderse la cola.
El factor de la alimentación
Este estudio examinó detenidamente la dieta y sugiere que los factores de riesgo relacionados con la dieta para morderse la cola son el suministro insuficiente y excesivo de proteínas (incluido el triptófano), la falta de saciedad, el tamaño fino de las partículas del pienso, el bajo contenido de fibra dietética y un número limitado de espacios de alimentación.
Estos factores pueden causar estrés social, úlceras gástricas, disbiosis de la microbiota intestinal, alteración del epitelio intestinal y afectar a la sensibilidad al estrés del animal a través del eje microbiota-intestino-cerebro, lo que puede conducir acumulativamente a la mordedura de cola.
Desequilibrios de proteínas y aminoácidos
Los investigadores daneses señalan que la alimentación con dietas con niveles de proteína demasiado bajos, un desequilibrio en la composición de aminoácidos esenciales y/o la deficiencia de minerales puede aumentar la aparición de comportamientos perjudiciales como morderse las orejas y la cola.
La carencia de proteínas disminuye la capacidad de recuperación del cerdo para hacer frente a los factores de estrés y predispone a los signos de depresión conductual y a la agresividad, así como a aumentar la motivación para buscar comida, lo que incrementa el riesgo de mordedura de cola a través de un aumento de la motivación exploratoria y del comportamiento boca-cola. Por otro lado, un exceso de suministro puede aumentar el comportamiento de ansiedad.
Además, la carencia de minerales puede aumentar la atracción por la sangre (debido a su contenido en proteínas y varios minerales), lo que acelera un brote de mordedura de cola cuando la piel se ha roto.
El equipo de investigación cree que unos niveles adecuados de aminoácidos, incluido el triptófano, y la inclusión en la dieta de determinadas fibras alimentarias que superan los niveles de las dietas estándar, pueden estimular el establecimiento de una microbiota intestinal beneficiosa (por ejemplo, la diversidad microbiana y las bacterias productoras de ácidos grasos de cadena corta) que protegen contra la inflamación y aumentan la resiliencia al estrés.
Niveles óptimos de triptófano
El triptófano es un precursor de la serotonina, que es un importante neurotransmisor que interviene en muchos procesos, como el estado de ánimo, la sensibilidad al estrés, la regulación de la motilidad intestinal, el apetito, la función inmunitaria, el sueño y la memoria. El metabolismo del triptófano está modulado por la microbiota intestinal, y un exceso de triptófano también puede ser metabolizado en sustancias potencialmente dañinas. Por ello, los investigadores señalan que es necesario tener en cuenta en futuros estudios si el nivel óptimo de triptófano para la salud intestinal y mental difiere de los niveles para un crecimiento óptimo.
El papel de los antibióticos
Los antibióticos son una herramienta útil y necesaria para combatir bacterias específicas que suponen un riesgo de mordedura de cola, pero los antibióticos también pueden alterar el equilibrio microbiano intestinal, lo que a su vez aumenta el riesgo de mordedura de cola.
Conclusión y consideraciones
En conclusión, aunque la mordedura de cola es multifactorial, los investigadores sugieren que un desequilibrio en el eje microbiota-intestino-cerebro, modulado a través de la dieta, debería considerarse como una vía para el desarrollo de la mordedura de cola, pero necesita más investigación. El equipo, dirigido por Cecilie Kobek-Kjeldager, sugiere un enfoque integral del animal, que incluya consideraciones sobre la salud intestinal, la saciedad, una microbiota intestinal beneficiosa y un suministro adecuado de alimento que evite el estrés social para mitigar la mordedura de cola.
*El equipo de investigación estaba formado por Cecilie Kobek-Kjeldager, Anna A.Schönherz, Nuria Canibe y Lene Juul Pedersen, del Departamento de Ciencia Animal de la Universidad de Aarhus (Dinamarca).