Los avances en genética han producido cepas comerciales de aves de corral y cerdos con un rendimiento mejorado (crecimiento, reproducción, etc.) basado en un aporte mínimo de alimento. La nutrición de estos animales también ha evolucionado con el tiempo para alcanzar y mantener su potencial genético. Como ejemplos de los avances en la nutrición de los monogástricos cabe citar la adopción generalizada de los conceptos de energía neta, proporciones ideales de aminoácidos digeribles ileales normalizados y fósforo digerible, que permiten a los nutricionistas formular dietas óptimas y rentables. También ha aumentado el interés por la interacción entre el procesamiento de los alimentos y la salud intestinal de los animales. Un intestino sano es muy importante para criar cerdos y aves de corral de forma sostenible y rentable, con un uso limitado de antibióticos

El papel de la transformación de los piensos

En la actualidad, la mayoría de los piensos para cerdos y aves de corral se fabrican empleando una combinación de tecnologías que incluyen la molienda física con molinos de martillos y/o de rodillos junto con el procesamiento hidrotérmico (HTP), que incluye el granulado, la expansión o la extrusión. El granulado es el método HTP más frecuente para la fabricación de dietas para cerdos y aves de corral. Durante el proceso de peletización, el pienso se hace pasar por vapor, lo que ablanda las partículas de pienso antes de que los rodillos de la prensa de pellets las presionen a través de la matriz, provocando un efecto adicional de molienda. Es bien sabido que los parámetros de procesamiento, como el grado de modificación de las partículas, la temperatura de procesamiento, la presión, la duración y el agua, determinan las reacciones físicas y químicas en los nutrientes y entre ellos, así como las propiedades adhesivas en las superficies de las partículas de los piensos, la estructura fisicoquímica final y el estado higiénico de los piensos. Estos atributos pueden influir directa e indirectamente en el impacto del pienso procesado en la ecología del tracto digestivo y, por tanto, en la salud de los animales, el rendimiento y el coste de la alimentación. Algunos de los estudios que examinaron la relación entre los piensos procesados y los efectos sobre la salud se enumeran en la Tabla 1. Entre los efectos del menor tamaño de las partículas se encuentran la reducción del peso de la molleja y el páncreas en las aves de corral y el aumento de la ulceración estomacal en los cerdos

El efecto del tamaño de las partículas

La molienda permite crear diferentes tamaños de partículas. Las características de las partículas, especialmente el tamaño, son uno de los temas más controvertidos en la nutrición de cerdos y aves de corral. Desde un punto de vista económico, una distribución óptima del tamaño de las partículas adaptada a las necesidades fisiológicas del animal permite una utilización óptima de los nutrientes y mejora el rendimiento de los animales. Numerosos informes muestran los efectos del tamaño de las partículas de los cereales en cerdos y aves de corral(Tabla 2)

Cerdos

Los cerdos alimentados con una dieta gruesa tienen estómagos más pesados que los alimentados con una dieta fina, lo que probablemente refleja el hecho de que las dietas gruesas requieren más acción muscular para su procesamiento por el estómago que las dietas finas. También se ha demostrado que el tamaño de las partículas del pienso tiene un impacto en el intestino grueso. Los estudios han demostrado que las dietas gruesas estaban fuertemente asociadas a niveles más altos de ácido propiónico y butírico en el contenido del ciego y del colon. Es posible que el tamaño grueso de las partículas de los piensos promueva un aumento de las poblaciones de bacterias productoras de ácidos grasos de cadena corta (AGCC) y, por tanto, contribuya a la salud gastrointestinal al impedir la proliferación y/o virulencia de bacterias dañinas como Salmonella spp. y E. coli. Los estudios han demostrado que el cambio en la presentación de los piensos podría estar asociado a la modificación de la microbiota (composición y/o actividades metabólicas diferentes) en el tracto gastrointestinal (TGI) de los cerdos. Según los datos de la literatura, se recomienda encarecidamente reducir la cantidad de partículas finas en los piensos para cerdos. En general, según la bibliografía existente, la cantidad de partículas más finas (<0,4 mm) debería ser lo más baja posible debido al efecto negativo sobre la salud del TGI y la cantidad de las fracciones más gruesas (>1,6 mm) también debería ser baja debido a la reducción de la utilización de los nutrientes, mientras que la proporción de partículas de tamaño medio (>0,5 a <1,6 mm), que se consideran óptimas para el sistema digestivo del cerdo, debería ser lo más alta posible.

Aves de corral

En las aves de corral, el proventrículo y la molleja son los verdaderos compartimentos del estómago. La falta de un componente estructural en las dietas de las aves de corral se ha asociado a la dilatación del proventrículo y a una molleja no funcional, lo que compromete la utilización del alimento y la salud intestinal. Se ha informado de que el volumen de la molleja puede aumentar sustancialmente cuando se añaden a la dieta componentes estructurales como cereales enteros o molidos gruesos, aumentando a veces hasta más del doble del tamaño original. El tamaño de las partículas del pienso también puede afectar a las características fisiológicas y morfológicas del intestino grueso y, por tanto, al estado microbiano. Los piensos finamente molidos estimulan un crecimiento más rápido de Clostridium perfringens que los piensos molidos gruesos y, por tanto, pueden ser un factor de riesgo de enteritis necrótica (EN). En estudios anteriores se observó que las aves alimentadas con una dieta de trigo molido grueso presentaban una mortalidad del 18,1% debido a la EN, mientras que las alimentadas con una dieta de trigo molido fino presentaban una mortalidad del 28,9%. Esto se relacionó con la estimulación de la función gástrica por parte del alimento grueso, incluyendo la secreción de HCl y una mejor utilización de los nutrientes en el intestino delgado. Otros estudios mostraron que las aves a las que se les daba una dieta de partículas finas (0,3 mm) tenían una tasa de mortalidad de S. enterica serovar Typhimurium DT12 menor que las que recibían una dieta de partículas gruesas (0,9 mm). La menor tasa de mortalidad de S . enter ica serovar Typhimurium DT12 en el contenido de la molleja se asoció con un pH relativamente más alto en la molleja de las aves alimentadas con una dieta de partículas finas. Dado que cada vez se reconoce más que las aves de corral necesitan un cierto grado de estructura física en su alimentación para satisfacer su desarrollo innato de comportamiento alimentario, la inclusión de componentes estructurales en la dieta, como las partículas gruesas, las fuentes de fibra insoluble y los granos enteros, debería tenerse en cuenta en el contexto de la salud intestinal en los programas de alimentación libre de antibióticos y anticoccidios.

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Conclusión

Los beneficios del procesado de los piensos en términos de rendimiento animal y económicos están fuera de toda duda. Sin embargo, con la evolución de las prácticas de producción de cerdos y aves de corral, los regímenes de procesamiento de los piensos ya no se apreciarán sólo en términos de optimización de la utilización de nutrientes, sino también en términos de su impacto en el estado higiénico de los piensos, la eficacia de los aditivos para piensos, la salud animal y la seguridad alimentaria. El procesamiento de los piensos debe tener en cuenta un enfoque cada vez más centrado en los enfoques dietéticos (ingredientes y características físicas) para mantener un tracto gastrointestinal sano y funcional. La comprensión de los mecanismos que intervienen en las complejas interacciones entre la dieta, la microbiota intestinal y el tejido intestinal puede ayudar a mantener la función y la salud del tracto gastrointestinal mediante modificaciones específicas de la dieta. El tamaño óptimo de las partículas podría diseñarse en el proceso de trituración mediante un molino de rodillos o de martillos. Sin embargo, dado que la mayoría de los cerdos y las aves de corral se alimentan con dietas sometidas a un proceso hidrotérmico, es inevitable una reducción adicional del tamaño de las partículas del pienso. Dado que en general se favorece la molienda fina para obtener una alta calidad de los pellets, y que es difícil evitar una mayor reducción del tamaño de las partículas de los piensos durante el proceso de peletización, el tamaño de las partículas finas se encontrará casi inevitablemente en los piensos peletizados. Las posibilidades de reducir la intensidad de la molienda de las partículas durante el peletizado, variando los parámetros del proceso de peletizado, son muy limitadas. Un proceso de extrusión modificado (es decir, el procesamiento mediante un expansor) seguido de un elemento de conformación, como el que se aplica en la industria de los animales de compañía, podría ser una alternativa para el granulado con el fin de preservar el tamaño de las partículas. Estrategias como la adición de material fibroso concentrado pueden ser más adecuadas en los piensos granulados, pero faltan muchos datos sobre su aplicabilidad en dietas prácticas

Este artículo se ha editado a partir del artículo original: Role of Feed Processing on Gut Health and Function in Pigs and Poultry: Conundrum of Optimal Particle Size and Hydrothermal Regimens, publicado en Frontiers in Veterinary Science (2019;6:19).