La viceprimera ministra rusa, Victoria Abramchenko, ha declarado que el ámbito de utilización de las harinas de insectos debe reducirse a los piensos para peces. Los científicos creen que, a medida que se desvanecen las oportunidades de exportación en Europa, la producción de harinas de insectos en el país ya no tiene sentido.
La normativa veterinaria rusa sólo permite el uso de insectos en la alimentación de peces. En años anteriores, las autoridades rusas informaron de que estaban barajando la idea de ampliar esta práctica a otros segmentos de la alimentación animal e incluso a la industria alimentaria. Sin embargo, parece que finalmente se abandonaron estos planes.
Los grillos y otros insectos no deberían utilizarse en la producción de alimentos, declaró Abramchenko al medio de noticias estatal ruso Ria Novosti. El concepto según el cual se aumenta la producción de harinas de insectos en otros países no encajaría en Rusia.
«Persiguiendo reducir las emisiones de metano, los países occidentales se abstienen de apoyar a la industria ganadera, por lo que empiezan a buscar [alimentos] alternativos. Nosotros, por nuestra parte, proponemos fabricar piensos para peces [a partir de insectos]», indicó Abramchenko.
Después de 2022, la asociación comercial entre Rusia y Europa prácticamente ha desaparecido, y ahora no necesitamos apoyar las ideas europeas en materia de cría de insectos
Pyotr Kutsenogiy
Las exportaciones a Europa desaparecen
La razón de establecer la producción de harinas de insectos en Rusia era mantener buenas relaciones comerciales con Europa, según declaró Pyotr Kutsenogiy, subdirector de innovación del Instituto de Citología y Genética de la Academia Rusa de Ciencias, al medio local Om1.
Explicó que las empresas rusas esperaban que, en el futuro, esta medida ayudara a establecer exportaciones de ganado a Europa con aranceles de importación más bajos, ya que añadir harina de insectos a los piensos se consideraría una práctica respetuosa con el medio ambiente.
Además, los insectos se consideraban una alternativa parcial a la proteína animal en Europa. «Después de 2022, la asociación comercial entre Rusia y Europa prácticamente ha desaparecido, y ahora no necesitamos apoyar las ideas europeas en materia de cría de insectos», declaró Kutsenogiy.
Las exportaciones a China parecen ahora mucho más prometedoras para las empresas rusas, afirmó Kutsenogiy, quien añadió que no es necesario alimentar a los animales con insectos para hacerse un hueco en ese mercado.
Perspectivas poco claras
La industria rusa de harinas de insectos, que estaba a punto de despuntar en los próximos años, se enfrenta a la incertidumbre.
Una empresa de Novosibirsk, Entoprotein, presentó en 2023 sus planes para iniciar la producción de carne de grillo a gran escala. Estaba previsto que los primeros productos llegaran a los mercados de alimentos y piensos en 2025. Sin embargo, Om1 informó de que los «planes cambiaron, y es poco probable que los clientes rusos prueben este manjar en un futuro próximo»
Reclamaciones por riesgos sanitarios
Los planes de cría comercial de insectos han sido criticados con regularidad en Rusia. Yakov Novoselov, miembro correspondiente de la Academia Ecológica Rusa, por ejemplo, advirtió de que tales proyectos entrañan riesgos sanitarios sustanciales.
«Es una imitación ciega de Occidente. No hay necesidad de proyectos así. En mi opinión, se trata simplemente de un intento de crear un nuevo nicho de mercado. Además, existen ciertos riesgos y amenazas para la salud y la vida humanas», Novoselov.