Con síntomas que pueden variar desde la disminución del aumento de peso hasta la mortalidad, la coccidiosis es una de las enfermedades más perjudiciales desde el punto de vista financiero en la producción avícola. Aprenda más sobre cómo los ácidos orgánicos pueden ayudar a reducir las pérdidas.
Un informe publicado a principios de este año dijo que el mercado mundial de los eubióticos representaba 12,90 mil millones de dólares en 2017. Dependiendo de la investigación, se espera que este mercado crezca a entre US$ 8-$ 11 mil millones en los próximos 7 años. Esta cartera de productos incluye prebióticos, probióticos, ácidos orgánicos y aceites esenciales, todos ellos instrumentos utilizados para mantener a los animales sanos, ya sea reforzando el sistema inmunológico del propio animal o inhibiendo los patógenos. Con la protesta de la sociedad contra el uso de antibióticos en la agricultura y las preocupaciones medioambientales sobre los «superbichos», el crecimiento previsto no sorprende a nadie en la industria de la cría de animales. En la Unión Europea, el uso de antibióticos para promover el crecimiento fue prohibido en 2006. A partir de enero de 2017, los antibióticos de importancia médica ya no fueron permitidos por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos. Con estas regulaciones cada vez más estrictas sobre los antibióticos y los promotores del crecimiento, los productores están intentando activamente diferentes maneras de mantener a sus animales sanos.
Los costos de la coccidiosis
Con síntomas que pueden variar desde la disminución del aumento de peso hasta la mortalidad, la coccidiosis es una de las enfermedades más perjudiciales desde el punto de vista financiero en la producción avícola. Causada por siete especies diferentes de Eimeria, el ciclo de vida de los parásitos causantes de la coccidiosis es corto y directo, y sólo tarda de cuatro a seis días desde la ingestión hasta la invasión y la excreción. La rápida entrega y la posibilidad de una amplia duplicación en la fase intracelular, junto con los resultados dañinos de la producción, hacen que esta enfermedad sea un notable motivo de preocupación. Las Eimerias son omnipresentes en la producción avícola moderna, lo que hace que la erradicación sea impracticable. En cambio, los productores trabajan para controlar la coccidiosis a través de los piensos, la higiene de gestión y los medicamentos, pero las reglamentaciones están haciendo más complejo ese trabajo.
El poder de los ácidos orgánicos
Al igual que los antibióticos que una facción creciente en todo el mundo quiere ver eliminados de la producción de carne, los ácidos orgánicos también tienen actividad antimicrobiana. Sin embargo, actúan sobre los microbios por mecanismos de acción diferentes a los de los antibióticos. Los ácidos en forma no asociada son capaces de atravesar la pared celular bacteriana e interrumpir las acciones de ciertos tipos de bacterias, incluyendo Salmonella spp, Clostridia spp, Listeria spp, E. coli y algunos otros coliformes. Hay una variedad de ácidos orgánicos que los productores de proteínas pueden utilizar para ahuyentar a los patógenos y mantener a los animales sanos: fórmico, fumárico, láctico, propiónico, benzoico, butírico, sórbico, cítrico, málico, etc. Cada ácido tiene sus propias y exclusivas propiedades antimicrobianas que difieren, no sólo en las bacterias a las que se dirigen sino también en su sensibilidad al pH. Por lo tanto, la eficacia de estos ácidos depende tanto del tipo como de la forma. Es importante que los productores conozcan el ácido orgánico que funcionará mejor para su situación y escenario.
Probado contra el desafío de Eimeria
En un reciente ensayo de investigación se examinó el efecto de los ácidos orgánicos en el rendimiento del crecimiento y la salud intestinal de los pollos de engorde machos sujetos al desafío de la Eimeria, afectados por la tecnología de protección. Específicamente, el ensayo probó el control negativo, el ácido benzoico libre, el ácido benzoico protegido por estar incrustado en la grasa*, la tributirina, el butirato de calcio encapsulado y el butirato de sodio libre. Se alimentó a las aves con una dieta completa basada en harina de maíz y soja que incluía centeno (10%), harina de colza (7,5%) y harina de subproductos avícolas (3%) para proporcionar algunos retos dietéticos leves. Las dietas se ofrecían en forma de crumble. Todas las aves fueron vacunadas oralmente con una vacuna contra la coccidiosis que contenía E. acervulina, E. tenella y E. maxima a 10 veces la dosis recomendada en el día 14. La dosis de la vacuna fue elegida en base a ensayos previos que vieron una leve inhibición del crecimiento sin mortalidad. El rendimiento del crecimiento se determinó en los días siete, 14 y 19. Para el día 14, todos los tratamientos ácidos, excepto el butirato de calcio encapsulado, tuvieron mejor relación de conversión alimenticia (FCR) que el control negativo. En el día 19, cinco días después del desafío de Eimeria, sólo 3 de los tratamientos dietéticos -ácido benzoico protegido, tributirina y butirato de sodio libre- mostraron una mejor FCR (P ≤ 0,05) (Figura 1).
NC=control negativo, BZA.P=ácido benzoico protegido, BZA.F=ácido benzoico libre, BTE.F=tributirina, BTCa.P=butirato de calcio protegido, BTNa.F=sodio libre de butirato.
El ácido benzoico protegido
En la lucha contra las bacterias, el ácido benzoico protegido y el butirato de sodio libre tendían a reducir la E. coli cecal. Los resultados mostraron que el ácido benzoico protegido, el ácido benzoico libre y la tributirina tendían a reducir el Clostridium perfringens cecal (P ≤ 0.10). Pero sólo el ácido benzoico protegido mejoró la profundidad de la cripta yeyunal en relación con las vellosidades, lo que sugiere un mejor mantenimiento de los intestinos y una mayor eficiencia en el crecimiento (P ≤ 0.05). En última instancia, la investigación descubrió que el ácido benzoico protegido era eficaz para mejorar el rendimiento del crecimiento, modificar la microbiota intestinal y mejorar la morfometría intestinal de los pollos jóvenes. Su eficacia fue similar a la de la tribirina, pero mejor que la del ácido benzoico libre y el butirato de calcio encapsulado para mejorar la morfometría y la FCR durante la fase de desafío de Eimeria. Este hallazgo fue alentador, ya que el ácido butírico es considerado por muchos en la industria como una especie de «súper» ácido, y muchas investigaciones muestran resultados positivos. Pero, como se ha visto aquí, el ácido benzoico protegido fue tan efectivo bajo las condiciones de esta investigación.
*AVIMATRIX® (Novus International, Inc.)
Referencias disponibles a petición.
